El gobernante sostuvo que si el proyecto que trabaja no satisface a todo el mundo al menos tendrá la tolerancia de la mayoría del país.Gran expectativa reina en el país por el contenido y sometimiento de la ley de naturalización que el presidente Danilo Medina presentaría próximamente al Congreso Nacional, pero el gobernante advirtió que ejecutará la tarea con calma porque el problema lleva años y él no tiene porqué tener tanta prisa. Observó que no puede comprometerse con plazos fatales para el sometimiento de la pieza como el próximo ocho de abril, cuando está fijada la tercera reunión entre los gobiernos de Haití y la República Dominicana en suelo haitiano.
El gobernante explicó que busca someter un proyecto que si bien no puede complacer a todo el mundo por lo menos cuente con la tolerancia de la mayoría. “Se lo voy a entregar de nuevo a todos los líderes del país que he visitado para que puedan ver el resumen de lo que vamos a llevar al Congreso Nacional, que esperamos que sea un proyecto que si no satisface a todo el mundo, que por lo menos tenga la tolerancia de la mayoría del país”, señaló Medina.
Sostuvo que todo el mundo está interesado en colaborar con el proyecto especial de naturalización que busca resolver el dilema que creó la sentencia 168/13 que establece que a los hijos de ilegales no les corresponde la nacionalidad dominicana. “Todo el mundo quiere colaborar para que resolvamos este problema. Todo el mundo”, enfatizó el gobernante cuestionado sobre su proceso de consultas que inició la pasada semana y que continúa.
Se reunió con Hatuey, sigue el Codue
El Jefe de Estado visitó ayer en su residencia al presidente del Partido Revolucionario Social Demócrata (PRSD), Hatuey De Camps, quien agradeció que Medina lo consultara. Dijo que conversaron sobre consensuar una solución que satisfaga al país y a los acuerdos internacionales, con relación al tema migratorio. “Él está concertando lo que menos problemas genere, lo que más armonice y que finalmente constituya una solución que satisfaga al país, que satisfaga también los acuerdos internacionales y que finalmente salgamos de este tema”, dijo.
Medina reconoció que la iglesia evangélica es una comunidad que también debe ser consultada. En tanto, Fidel Lorenzo, presidente del Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (Codue), consideró que el Presidente debe tomar en cuenta esa denominación en el marco de las consultas que hace.
“Tenemos más de un año trabajando en el plan de naturalización y regularización. Estamos dispuestos a colaborar de ser consultados, tenemos muchas cosas que aportar en ese sentido”, afirmó el religioso. Anteriormente, el presidente Medina visitó a los expresidentes Leonel Fernández e Hipólito Mejía, así como al presidente del PRD, Miguel Vargas, y al exaspirante a la vicepresidencia de la República, Luis Abinader. También acudió donde el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez.
Gran expectativa
En la población reina una gran expectativa sobre el contenido de la ley especial de naturalización o de convalidación, en especial por el dilema de que el proyecto responda a las expectativas de sectores con posiciones extremas sobre el tratamiento que dará la propuesta a los hijos de extranjeros ilegales desde el 21 de junio del 1929 hasta el 2010. La sentencia 168/13 establece que a esas personas no les corresponde la nacionalidad dominicana por ser hijos de extranjeros en tránsito.
Sin embargo, para las personas que no les corresponde la nacionalidad dominicana pero que están asentadas como tales en el Registro Civil todos los sectores están de acuerdo en que se haga una ley especial que les reconozca ese derecho. En medio de la situación, el presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Roberto Rosario, uno de los actores más activos sobre el tema, ha dicho que no volverá a tratarlo en público y que se acogerá a lo que apruebe el Congreso Nacional.
En tanto, el director de Migración, José Ricardo Taveras, declaró que el precio que debe pagar el país es favorecer con la ley de naturalización a quienes están en el Registro Civil. Rosario también se ha declarado de acuerdo con que la ley de naturalización favorezca solo a los que han sido declarados y que los demás extranjeros se acojan al Plan de Regularización de Extranjeros.
Las personas naturalizadas adquieren los mismos derechos que los nacionales dominicanos con la única excepción de que no pueden aspirar a la Presidencia y Vicepresidencia de los poderes públicos, según establece el artículo 19 de la Constitución. Tampoco están obligadas a tomar las armas contra su país de origen. Uno de los párrafos de ese artículo establece que la ley regulará otras limitaciones a las personas naturalizadas.