Para el presidente Danilo Medina, el problema eléctrico es el principal mal que afecta a la población en el presente y en el futuro, debido a que un país pobre como la República Dominicana no se puede dar el lujo de tirar en un zafacón más de mil millones de dólares todos los años en el pago de deudas y subsidios.
Al dejar iniciados los trabajos de construcción de la Central Termoeléctrica Punta Catalina, en la provincia Peravia, el mandatario calificó el servicio energético del país como malo, precario y deficiente, y advirtió que es urgente cortar de raíz ese déficit, que ronda los 1,500 millones de dólares.
Medina expresó que el gobierno no tiene otro camino que no sea romper de manera urgente la situación precaria del servicio energético y por tal razón afirmó que el Estado entrará a la generación de energía de manera transitoria con el objetivo de regular el sector.
Explicó que más del 60% del endeudamiento del país, durante los últimos años, es para pagar la energía que el Estado no puede cobrar, por el precio al que se vende a los usuarios.
“Cada año el subsidio está por encima de mil millones de dólares, y ese dinero hay que buscarlo porque nosotros no lo tenemos. En el pasado se asignaban partidas bajas en el presupuesto y al final las deudas que comenzaban con el Banco de Reservas e incluían a todos los bancos”, refirió el jefe de Estado.
Afirmó que, con la reducción del subsidio, el préstamo que se va a tomar para construir las plantas a carbón, se paga en cuatro años y al mismo tiempo detiene el endeudamiento.
Entiende que si no se toman las medidas de forma urgente en los próximos años no habrá cómo pagar el subsidio eléctrico. “Se lo digo de corazón porque yo estoy administrando los dineros públicos y no hay dinero suficiente para pagar el déficit que tiene el sector eléctrico”, manifestó el mandatario.
Apuntó, además, que el nivel de deuda del país es sumamente alto y no hay disponibilidad de dinero para seguir pagando “una energía que no nos sirve para nada, porque es un servicio malo, precario y deficiente”.
Manifestó que llegó el momento de que esto hay que cortarlo de raíz y esa es la decisión que hemos tomado.
Inicio de trabajos
La ceremonia se efectuó en la comunidad de Punta Catalina, Baní, provincia Peravia, donde también se construirá un puerto a granel para la recepción del carbón que alimentará las plantas y para el desarrollo del comercio exterior de la zona.
La Central Termoeléctrica Punta Catalina que albergará dos plantas a carbón de 384.9 megavatios brutos (360 netos) cada una, con una inversión de US$1,945 millones, que permitirá un ahorro mínimo anual de US$500 millones al sistema eléctrico nacional.
La construcción de la central termoeléctrica, considerado el paso más importante que da el Gobierno en sus esfuerzos por lograr una solución definitiva a la crisis que, por décadas, ha afectado al sistema eléctrico nacional, estará a cargo de un consorcio integrado por las empresas Constructora Norberto Odebrecht,S.A., Tecnimont SPA, e Ingeniería Estrella SRL, ganador de la licitación pública internacional convocada por la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales. (CDEEE)
La tecnología utilizada será la “sub-crítica”, con reducción comprobada de emisiones atmosféricas y alta eficiencia.
Contará con la instalación de una terminal de recepción de carbón para barcos auto-descargantes Panamax, con una capacidad máxima de 80,000 toneladas; instalaciones de apoyo tales como patio (domo) y correas transportadoras cubiertas para el almacenaje y transporte del carbón; sistemas de descarga, de refrigeración y de tratamiento de agua, y una subestación eléctrica.
La Central Termoeléctrica Punta Catalina es parte fundamental del Plan Integral del sector eléctrico, diseñado por la CDEEE para solucionar la crisis energética y en el que el cambio de matriz representa el 50% de los objetivos para lograr un servicio estable, eficiente y al menor costo posible.
En ese sentido, tras un cálculo simple, puede estimarse que a un precio de la energía de unos 10 centavos de dólar por kWh, por debajo al del mercado, y considerando su producción de más de 5,000 millones de kWh/año, la nueva central permitirá un ahorro mínimo de más de 500 millones de dólares por año, sin contar con los beneficios colaterales que trae consigo su inclusión al sistema eléctrico.
Los equipos serán de última generación, fabricados e instalados bajo los más altos estándares internacionales, lo cual garantizará el suministro de energía eléctrica eficiente por más de 25 años.
Las firmas involucradas en la construcción se comprometieron a tomar todas las previsiones y velar porque el proyecto sea desarrollado de forma socialmente responsable y reflejando prácticas de gestión ambientalmente sanas.
Acompañaron, en la mesa principal, al presidente Danilo Medina, el vicepresidente Ejecutivo CDEEE, Rubén Jiménez Bichara; el gerente General de la constructora Odebrecht en República Dominicana, Marco Cruz; el director del Proyecto Termoeléctrica Punta Catalina, David Carvalho; el presidente de Ingeniería Estrella, Manuel Estrella; el Embajador de Brasil, José Marcus Vinicius Souza; el ministro MOPC, Gonzalo Castillo, y el presidente del Consejo de Administración CDEEE, Rafael Santana, el exvicepresdiente de la CDEEE, Radhamés Segura y el senador por Peravia, Wilton Guerrero, entre otros invitados. l
El subsidio eléctrico se reducirá en US$450 MM
El presidente Medina afirmó que al Estado no le sobra dinero para hacer las inversiones que se requieren en mejorar las redes eléctricas, ni para disminuir las perdidas técnicas, y al mismo tiempo disminuir el robo de energía, el cual se da en todas las capas sociales del país.
“Yo siento que la clase media de la República Dominicana, sobre todo aquellos que viven en el polígono central del Distrito Nacional, ya no soportan un centavo más de la tarifa eléctrica que pagan”, dijo Medina. Aseguró que la inversión que el Estado realizará en la construcción de las dos plantas en Punta Catalina, va en el camino de la solución definitiva del problema eléctrico, y el subsidio va a reducirse en 450 millones de dólares, o sea, a la mitad de lo que se paga.
