Hay quienes cometen errores gravísimos. Se meten en zonas y regiones peligrosas del quehacer humano, que obviamente conllevan violaciones a las leyes o los más sencillos códigos de comportamiento ciudadano. Hacen sus cosas y pretenden que no se las tomen en cuenta y mucho menos que sean objeto de atención pública. Lo peor es que encuentran toletes de defensores que recurren a cualquier alegato para defender honras supuestamente ofendidas. Cuando un hecho, positivo o negativo, pasa a lo público, con el desarrollo que han adquirido los medios, no hay como mantenerlo en secreto. Y siendo así, el que no quiera envolverse en situaciones enojosas que luego no puede controlar, lo ideal sería que mida sus pasos, en el marco de la ley.
Medir los pasos
Hay quienes cometen errores gravísimos. Se meten en zonas y regiones peligrosas del quehacer humano, que obviamente conllevan violaciones…