El clima de inseguridad delinea una peculiar “edad de los metales” criolla. Subyace una fuerte actividad económica alrededor de ellos, desvinculada de explotación mineral. Compañías que compran y venden oro se bañan en él. El temor a ser víctima de asalto ha desatado el frenesí de la gente por deshacerse de todos sus kilates. Florecen las exportaciones de metales a costa de la propiedad pública. Puentes, cables telefónicos, eléctricos y más estructuras metálicas, están en riesgo de delincuencial desmantelamiento. Para peor, el hierro de grilletes o barrotes carcelarios no arredra a los pillos pues el juicio de los jueces está fundido y son absueltos. En plena era del conocimiento no damos con la aleación de soluciones necesarias.
Metales
El clima de inseguridad delinea una peculiar “edad de los metales” criolla. Subyace una fuerte actividad económica alrededor de…