La columna de hoy la iba a dedicar a Miguel Cotto y su casi segura pelea con Saúl -Canelo- Álvarez. Una pelea que deberá celebrarse a mediados de marzo próximo.
Sin embargo, unas “infelices” declaraciones de Juan Manuel Márquez, sobre la contundente victoria de Manny Pacquiao sobre Brandon Ríos, me llevan a retomar lo que antes escribí.
¿Qué escribí? Que Juan Manuel Márquez le teme a Manny Pacquiao “como el Diablo a la cruz”.
Márquez, en una entrevista concedida a la cadena deportiva ESPN, en referencia a la victoria de Pacquiao ante Ríos, deja ver que su archirrival, “no lo tendrá de nuevo como contendor en un cuadrilátero”.
Lean lo que declaró Márquez: “la victoria de Manny Pacquiao sobre Brando Ríos no constituye un parámetro para saber si el filipino de verdad está de vuelta para competir al más alto nivel”.
El veterano púgil mexicano dijo más: “Brandon Ríos no propuso, no quiso o no pudo tirar golpes”.
No entiendo a Márquez a quien, por su probada calidad a lo largo de una larga (exitosa) carrera, le guardo mucho respeto.
Márquez no quiso ir a una quinta pelea con Pacquiao, pese a su histórico nocaut el pasado ocho de diciembre.
Prefirió enfrentar al protegido de Timothy Bradley quien fue ayudado por los jueces para una mostrenca victoria.
¿Por qué esa reacción?
Pero, ¿por qué esa negativa reacción de JM Márquez?
Les recuerdo que Márquez, días antes de la pelea Pacquiao-Ríos vaticinó una fácil victoria del filipino. Y hasta proclamó que Ríos no tenía ninguna posibilidad de ganar ese combate.
Ahora sale diciendo que Pacquiao no debe ser exaltado a la cima del boxeo mundial “por el hecho de haber derrotado a Ríos”.
Lo que creo, y lo reafirmo, es que Márquez ha hecho tan desacertada declaración porque no quiere que nadie le hable de una quinta pelea con Pacquiao.
Porque le teme al filipino. ¡Aunque parezca increíble!
