Miguel está roca

Para muchos,  a estas alturas, Miguel Vargas era pan comido. Lo harían trizas. Claro, su contrincante interno perdió las elecciones, y por eso, los hechos son muy diferentes a los esperados. Algunos se fueron al extremo, y según sus cálculos, el presidente del PRD como quiera estaba liquidado. Pero cada día se demuestra que en política nada se decreta, que todos los hechos están determinados por la correlación de fuerzas, que en buen dominicano significa las relaciones de poder. Para los que llevan sus numeritos, el presidente del PRD va ganando terreno. Paciente, obra con tacto. No dice cualquier disparate que le llegue a la cabeza. Además, tiene carácter. Nada de debilidad ni cobardía. Como dice la gente, para vencerlo, habrá que destruir la roca, que está dura.