Miguel Vargas: estaré satisfecho cuando Dios y la historia me juzguen

El presidente del Partido Revolucionario Dominicano -PRD-, Miguel Vargas, dijo este miércoles que estará satisfecho cuando Dios y la historia juzguen sus 35 años de servicios en la organziación.

El presidente del Partido Revolucionario Dominicano -PRD-, Miguel Vargas, dijo este miércoles que estará satisfecho cuando Dios y la historia juzguen sus 35 años de servicios en la organziación.

Así responde Vargas Maldonado a la declaración del candidato presidencial del partido blanco, Hipólito Mejía, quien dijo el martes que la historia juzgará al presidente de la organización, por no haberse sumado al proselitismo electoral, con miras a los comicios de mayo 20.

En declaraciones a la prensa, Mejía se quejó de que tiene 10 meses tratando de reunirse con Vargas Maldonado, para subsanar las diferencias surgidas a partir de que el sector miguelista se quejara de aislamiento en la organización de la campaña.

A través de un despacho de prensa, Vargas Maldonado alegó que siempre se ha entregado a respaldar política y económicamente a los candidatos presidenciales, congresuales y municipales del PRD, desde su ingreso en 1974 y que junto al doctor José Francisco Peña Gómez ofreció y organizó todo el apoyo financiero del partido, sobre todo en el periodo de 1986 al 2000.

Apoyo a candidaturas

Dijo que se siente más que satisfecho por haber encabezado la recuperación de esa organización desde un 13 por ciento de popularidad,  «tras el fallido intento reeleccionista del año 2004», llevarlo a un 41 por ciento en el 2008, y catapultarlo a retornar a la casilla número 1 por ser el partido más votado con más de un 47% en las últimas elecciones congresuales y municipales del 2010

 “Esos importantes logros los ha de juzgar DIOS y la historia”, sostuvo Vargas, “como juzgará la conducta de los dirigentes perredeístas que impidieron en 2008 que nuestro partido concretara una alianza con el Partido Reformista Social Cristiano para desalojar del poder al Partido de la Liberación Dominicana, y que en las pasadas elecciones legislativas y municipales perjudicaron a nuestros candidatos, llegando a decir públicamente que no daban ni siquiera para aspirar a alcaldes pedáneos, mientras como presidente del partido recorríamos junto a la dirigencia nacional el país dándole apoyo político y económico  a nuestros candidatos”.

En su participación en el programa televisado Uno + Uno, Hipólito Mejía se quejó de que la dirección del partido no le ha dado un centavo para la campaña y de que Vargas Maldonado no le recibió directamente ni le ha respondido una carta que él le remitió con el interés de que se reunieran.

Vargas Maldonado se extrañó de que el candidato presidencial alegara que la dirección del partido no le ha entregado recursos a su campaña, pues le comunicó por escrito, en fecha 16 de noviembre, que tan pronto la Junta Central Electoral aporte los recursos correspondientes  al período electoral, se tiene previsto entregárselos, deduciendo sólo los gastos ordinarios de la organización y los recursos que serán invertidos en propaganda de apoyo institucional a la campaña.

Defensa del partido

En su réplica, Vargas Maldonado resaltó que, mientras él encabezaba ante la Junta Central Electoral los reclamos para defender las candidaturas congresionales y municipales del partido, otros actuaban al margen y se concentraban en anunciar sus aspiraciones y escribían cartas de felicitaciones a la Junta.

Asegura además que esos «otros» pactaban en secreto intercambiar posiciones en desmedro de senadurías ganadas legítimamente.

10 meses o cuatro meses

En cuanto a la declaración de Mejía, de que tiene 10 meses en espera, Vargas contradijo la fecha y la actitud que le atribuye su compañero de partido.

«La comunicación que le enviamos en fecha 19 de septiembre con el compañero secretario general, Orlando Jorge Mera, en la que respondí su solicitud escribiéndole que estaba dispuesto a reunirme tan pronto él lo considerara oportuno”.

«Desde entonces han transcurrido casi cuatro meses, durante los cuales el compañero Mejía ha declarado sucesivamente a la prensa que se reuniría conmigo tan pronto regresara de cada viaje al exterior, mientras señalaba en declaraciones públicas que no le veía importancia a la reunión, que yo no era miembro de su comando de campaña y terminó afirmando que nuestras relaciones estaban muy bien, él allá y yo aquí, pero nunca respondió a mi carta”.

Siguen las quejas

La declaración de Vargas Maldonado es una acumulación de quejas sobre la actitud de Mejía y de su gente.

«Dirigentes de su comando de campaña lanzan a cada momento, a través de terceros, especies calumniosas contra mi persona, mis colaboradores y familiares, todo lo cual he soportado callado para no perjudicar la campaña presidencial del partido. He debido soportar ser irrespetado en lo personal y en lo familiar“.

Puntualizó Vargas Maldonado que, «luego del cuestionado proceso convencional», y cuando procuraba ser proclamado como candidato por la Convención Nacional, Mejía se reunió con él en tres ocasiones, “cada vez que así lo quiso”.

Pero luego de la proclamación, se queja, el último contacto entre él y Mejía fue un saludo en la misa del 10 de mayo en memoria del fallecimiento del extinto líder José Francisco Peña Gómez. El otro, no directo, «fue a través de la carta que le contestamos hace más de 3 meses».

El desplante de Hipólito

Citó que el 26 de julio y en ocasión de la celebración del 50 aniversario de la llegada al país del PRD, la dirección organizó una espléndida celebración, en la que el candidato presidencial dejó plantada a las autoridades y la dirigencia del partido.

Recordó que pese a documentar «las serias irregularidades de la convención», prefirió sacrificarse antes que dividir el partido y que por eso declinó y presidió la asamblea de proclamación de Mejía, lo juramentó como candidato, llamó a la unidad y a la integración e hizo aprobar una resolución de amnistía, todo en aras de la unidad y el triunfo del PRD. 

 

 

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