Excelente puesta en escena. Con diálogos escasos, sin declarar ni argumentar absolutamente nada, toda una exposición visual de las guerras que se escenifican hoy entre países señoriales y pueblos indefensos, con una historia de una mujer que se gana la vida como fotógrafa de guerra retratando atrocidades, inmolaciones, captando el último instante de vida o el preciso momento en que alguien pierde la vida por la irrazonable violencia. La protagonista es la actriz francesa Juliette Binoche como Rebecca, con muy buen performance y que se echa a sus espaldas el filme y como siempre lo hace con exactitud meridiana valiéndose de su formidable expresividad facial (en su momento apreciada por maestros tales como Kiarostami y Kieslowaki). Pues bien, es una historia cuya trama nos muestra a una mujer haciendo un trabajo destinado a los hombres y al mismo tiempo la madre que sale de casa para trabajar por largos periodos, lo que obviamente va a crear el conflicto y el dilema entre lo que ella quiere y lo que es como mujer en una sociedad patriarcal. La narrativa nos pasea así por un caudal de ambigüedades de tipo ideológico y moral, y en este sentido vale resaltar que el éxito económico y profesional de su trabajo radica en captar las miserias de quienes sufren la guerra y que ella intenta validar como labor que concientiza. Las llamadas curvas dramáticas son bastante obvias y atacan cualquier posibilidad de cambio de registro lo que perjudica el in crescendo del filme y va bajando en intensidad dramática al final. Ese resultado se da por la poca y casi ausente participación de los demás personajes que más bien parecen extras y que solo se agregan como pie de amigo de Rebecca. Son personajes caricatos, pueriles, despreciados e irrespetados por guionista y director. Muy bien filmada y con un montaje adecuado; no obstante, la cinematografía resulta esquematizada a los valores del cine comercial sin atreverse a encuadres audaces porque uno viendo una y otra vez algunas escenas daba para innovar sobremanera y entregar un producto menos convencional que es lo que se espera siempre del cine europeo, y al menos eso es lo que se aprecia al inicio cuando levanta nuestras expectativas, por ejemplo con aquellos orificios por donde entra luz que, sin explicárnoslo, ya sabemos que fueron hechos por disparos de balas de altos calibres.
HHH Género: Drama bélico. Duración: 115 minutos.
