Miles de chatarras circulan a diario por las calles y avenidas del país sin reunir las condiciones mínimas para transitar, portando en sus parabrisas la Revista de Vehículos de Motor.La autorización para otorgar este gravamen que, en teoría, certifica el buen estado de los vehículos y que éstos no representan un peligro para la seguridad pública, no se realiza con el debido rigor que establece la Ley 241, de tránsito terrestre y vehículos de motor.
De hecho, hace tres años que la Dirección General de Tránsito Terrestre (DGTT), entidad facultada para estos fines, no emite este impuesto por dejadez de los últimos incumbentes del Ministerio de Obras Públicas, institución de la que la entidad forma parte.
La afirmación es del director de la DGTT, Luis Estrella, quien durante una entrevista exclusiva para elCaribe mostró dos oficios fechados el 20 de septiembre y el 4 de octubre de 2012, solicitando al actual ministro Gonzalo Castillo y a la directora General Administrativa y Financiera, Patria Taveras, la autorización para iniciar la impresión de la revista para el año 2013-2014, sin obtener ninguna respuesta.
El funcionario aprovechó para expresar que aunque la DGTT surgió en el año 1966, mediante la Ley 165, ninguno de los ministros de Obras Públicas le ha dado la autonomía necesaria para desempeñar con eficiencia sus funciones.
“Somos una dirección general creada por ley, somos la institución facultada para emitir y trabajar todo lo relativo a la Revista de Vehículos de Motor, entre otras cosas, pero como esa ley no se respeta…”.
Reformular el criterio
En medio de estas contradicciones, Estrella reconoce que debe reformularse el criterio para la emisión de la Revista, ya que actualmente no se hacen las inspecciones técnicas de rigor que garanticen las condiciones de los vehículos.
En ese sentido, el funcionario sugirió la firma de acuerdos con talleres avalados y certificados para garantizar el buen funcionamiento de asuntos tan vitales como luces, frenos y carrocería, entre otros aspectos técnicos de los vehículos.
Requisitos legales
En el artículo 110, literal G, de la Ley 241, de Tránsito Terrestre, se establece que durante la revisión debe comprobarse el estado de las gomas, ruedas del guía y sus varillas, los frenos de servicio y de emergencia, asientos, carrocería, luces, tubo de escape, silenciador y bocina. También verificar que el vehículo dispone de un juego de herramientas para efectuar cualquier reparación urgente.
Gran parte de estas especificaciones son obviadas por la ciudadanía, principalmente por los operadores de carros y guaguas públicas, por lo que a menudo se registran incendios de vehículos por malas instalaciones de cilindros de gas licuado de petroleo (GLP) y otro tipo de accidentes.
Otros países son rigurosos
En países desarrollados, como España, existe un organismo especializado de Inspección Técnica Vehicular (ITV), cuyos objetivos se centran en disminuir, en lo posible, los riesgos de accidentes, contribuir a una mayor seguridad vial y a mejorar la calidad del medio ambiente.
Para ello, cada año es obligatorio verificar el estado de puertas y ventanillas, cinturones de seguridad, espejo retrovisor, frenos, limpiavidrios, guardalodos, luces y alineación. También el nivel de ruido y la emisión de gases contaminantes.
Ley establece multas entre RD$5 y RD$100
A la falta de controles se suma la obsolescencia de la Ley 241 que supone multas irrisorias para quienes violen esta disposición. El artículo 117 de la referida ley establece que una vez finalice el período de revista, cualquier persona que maneje un vehículo de motor sin el marbete que indique que el vehículo ha sido revisado será castigada con multa de cinco pesos.
Todo dueño de un vehículo de motor que no someta a revisión su vehículo será castigado solo con multas de diez pesos a cien pesos.
Opinión
Luis Estrella
Director de la DGTT
El funcionario afirmó que la informalidad con que tradicionalmente se ha emitido la Revista, cuyo costo es de apenas RD$45, da pie a actos de corrupción y a falsificaciones. La Dirección de Tránsito Terresre también se encarga de emitir las licencias de conducir, aunque las recaudaciones son manejadas por Obras Públicas.
