Las migraciones masivas de semitas procedentes de los desiertos de la hoy Arabia Saudita hacia ciudades a orillas de los ríos Tigris y Éufrates, los convirtieron paulatinamente en una sociedad sedentaria de población mayoritaria en el norte de Sumeria, mientras Kish al sur mantenía una población de mayoría sumeria que en breve tiempo se hizo minoritaria, en razón de que el aumento poblacional de los sumerios provenía del normal crecimiento biológico de la población, mientras que el avance demográfico de los semitas surgía de manera primordial de oleadas migratorias.
Afirmar que Sargón, el copero del rey de Kish, Ur-Zababa, lo derrocó para convertirse en monarca de toda Sumeria sería talvez demasiado inocente, porque la verdad es que fue la superioridad en la guerra de los semitas la causa de la caída de toda Sumeria en manos de Sargón, quien construyó el primer gran imperio de la historia humana, el cual incluía a las hoy Irán, Iraq, Siria y Turquía.
Pero la coincidencia de nacimiento ilícito, salvaguarda y crianza entre personajes de la historia, no es tema único de libros sagrados o tradiciones orales. Talvez la más repetida es la del diluvio, evento cuya credibilidad científica es nula, pero con alta credibilidad popular. El caldeo Beroso hizo hace unos 2,300 años un reporte sobre el contenido del diluvio entre los pueblos mesopotámicos:
“. . . Kronos se le apareció . . . a Ziusudra para revelarle que el día 15 del mes de Daisios los hombres serían exterminados por un Diluvio. Le ordena que, después de excavar un hoyo, entierre en el todas las escrituras en la ciudad del Dios del Sol, en Sippar, que después construya un barco y embarque en el, junto con sus parientes y allegados. Debía abastecerlo de comida y bebida; cargarlo con aves y cuadrúpedos, y hacerse a la mar. Si alguien le preguntaba adónde iba, debería responder: ‘¡Voy a reunirme con los dioses para rogarles que todo le vaya bien a los hombres!’. Así, . . . construyó un barco de 15 estadios de largo y dos de ancho, reúne todo lo que se le había indicado y embarca a su mujer, a sus hijos y a sus allegados. Se inicia el Diluvio y, tan pronto como este terminó, Ziusudra libera varios pájaros que, al no encontrar alimento y lugar en que posarse, vuelven al barco. . . Liberados por tercera vez, no regresan, y Ziuzudra llega a la conclusión de que la tierra había vuelto a aparecer. El, entonces, levanta una parte del casco y, constatando que éste había atracado en una montaña, desciende a tierra con su esposa, su hija y su piloto. Tras haber levantado un altar, ofrece un sacrificio a los dioses y desaparece, y con él, aquellos que en su compañía habían abandonado el barco. Al no regresar ninguno de ellos, los que habían quedado en el barco los buscaron, llamándolos por sus nombres.
