Caminar por las calles del residencial Villa Aura, en Santo Domingo Oeste, es un peligro a toda hora, especialmente de noche, ya que los peatones son víctimas constantemente de asaltos a mano armada.
Los asaltos son realizados en su mayoría por dos personas que se desplazan en un motor, que transitan a toda velocidad por la avenida Los Beisbolista, principal entrada al sector, y ahí, ya sea caminando o en las paradas, sorprenden a las víctimas arrebatándoles las carteras.
En otras ocasiones se desmonta uno de los delincuentes de la motocicleta y con toda su calma apunta a la víctima con un arma de fuego de una manera discreta y le susurra: dame la cartera. Acto seguido huye con su compañero de fechoría, que lo espera más adelante con el motor encendido y presto para la huida a toda velocidad.
Una amarga experiencia
Esa situación la vivió hace poco la señora Diana Fígaro, quien estaba en una parada de vehículos en la referida avenida esquina calle 21 acompañada de su abuela (a quien fue a visitar), su hija de dos años y una sobrina de seis, cuando dos desconocidos pasaron en un motor a toda prisa y luego se devolvieron y la sometieron al proceso antes descrito.
“Mi abuela se puso nerviosa mientras el hombre me apuntada con una pistola y me pedía la cartera: No supe ni como se la di, ya que solo pensé en la seguridad de las niñas y nosotras”, narra entre lágrimas la joven, quien confiesa que cuando volvió a la casa estaba tan nerviosa que no podía ni marcar los números de teléfonos de los bancos para bloquear las tarjetas que tenía en su monedero.
Dice que ya en el hogar fue que realmente se dio cuenta de que estuvieron a punto de perder la vida por unos maleantes que se dedican a obtener dinero producto del robo y el asalto. Otro dolor de cabeza para la mujer fue el proceso que tuvo que iniciar para reportar el robo en la Policía y obtener los documentos robados, como cédulas, tarjetas de crédito y débito, seguro médico, entre otros. Trámites que todavía no concluye por los permisos que requiere en su trabajo.
Robo
La modalidad del robo de carteras es tan común en la zona, que cuando una persona suele utilizar los servicios de un motoconcho, lo primero que hace el conductor es pedirle al pasajero que coloque su bolsa en el medio de él y no la deje colgando en un brazo, pues además de que se la arrebatan, durante el asalto es tal la velocidad con que se desplazan los ladrones que suelen tumbarlo del motor y provocar accidentes de tránsito.
Residentes piden patrullaje policial
Los moradores no se atreven a salir de noche de sus hogares y tienen miedo también en los parqueos cuando retornar a sus hogares ya que están desprotegidos, por lo que le piden a la Policía Nacional tener un patrullaje en el lugar y apresar a los ladrones, pues entienden que en la mayoría de los casos la uniformada conoce quiénes son y los tienen fichados, por lo que solo tendrían que realizar un operativo y ubicarlos.
