Rodney King, el conductor negro cuya golpiza por parte de policías de Los Ángeles detonó uno de los peores disturbios en Estados Unidos, murió ayer a los 47 años.
El teniente de la Policía, Dean Hardin, dijo que la prometida de King llamó al número de emergencias 911 a las 5:25 de la mañana para reportar que encontró a King en el fondo de la piscina de su casa en Rialto, California
A King lo encontraron inmóvil en el agua y fue transportado al Hospital Regional de Arrowhead, donde fue declarado muerto a las 6:11 de la mañana.
El médico forense del condado de San Bernardino realizará la autopsia dentro de las próximas 48 horas.
Los disturbios de 1992, que fueron desatados por la absolución de los policías que golpearon a King, duraron tres días y dejaron 55 muertos, más de 2,000 personas heridas y varias zonas de Los Ángeles quemadas.