La muerte de Carlos Fuentes conmueve al mundo literario

La inesperada muerte del escritor mexicano Carlos Fuentes conmovió ayer al mundo literario que le reconoce como una de las grandes figuras intelectuales del siglo veinte.

La inesperada muerte del escritor mexicano Carlos Fuentes conmovió ayer al mundo literario que le reconoce como una de las grandes figuras intelectuales del siglo veinte. En el país, el ministro de Cultura, José Rafael Lantigua, fue de los primeros en reaccionar ante la noticia que acaparó la atención mundial, al recordar que “hace dos años aceptó nuestra invitación para visitar República Dominicana y participar, como figura principal, en la Feria Internacional del Libro. Todos recordamos su conferencia magistral a casa llena en la Sala Carlos Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito, y los que le acompañamos a él y a su esposa Silvia Lemus durante su estancia en Santo Domingo, hemos de elogiar su don de gente, sus conocimientos de literatura, de cine, de política, sus experiencias múltiples que exponía en su conversación siempre amena y cordial”.

Fuentes, uno de los referentes de la literatura del siglo XX, falleció en Ciudad de México, a los 83 años, posiblemente por una hemorragia masiva, “tal vez por aspirina, por alguna úlcera”, dijo el doctor Arturo Ballesteros, quien atendió a Carlos en su casa.

“Nunca podíamos pensar, puesto que se le veía con salud, que dos años más tarde habría de morir. Santo Domingo se sintió honrado con su visita, y hemos de recordar con ella dos momentos que, según nos dijo, eran muy significativos para él: el haber sido condecorado por el presidente Leonel Fernández y recibir el doctorado Honoris Causa que le otorgara la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra”, agregó Lantigua.

Considerado como uno de los faros de la literatura en castellano de los últimos años, la obra novelística de Fuentes es catalogada como amplia, diversa y llena de historias y matices muy propios que signaron su estilo y colocaron ribetes de oro a su nombradía literaria, que fundó una expresión y una trayectoria que le hicieron merecedor del reconocimiento universal.

El director de la Real Academia Española, José Manuel Blecua, aseguró que la muerte del escritor supone “la pérdida de una figura irreemplazable”. “Figuras como la suya son muy difíciles de sustituir en un momento de transición como éste. Se van los grandes y no se ve en el horizonte quienes le sustituyan”, ha aseverado, en declaraciones a Efe.

Con sus novelas, ensayos, relatos y obras de teatro, entre las que destacan La región más transparente (1958), La muerte de Artemio Cruz (1962), Aura (1962) y Terra Nostra (1975), estableció un modelo narrativo que seguiría dando frutos durante más de cuatro décadas de singular labor en la literatura.

Fuentes recibió numerosos premios como el Rómulo Gallegos en 1977, el Cervantes en 1987, el Príncipe de Asturias en 1994 y en los últimos años era uno de los nombres que no faltaban entre los candidatos al Premio Nobel de Literatura. Precisamente, el pasado martes el Consell de Govern de la Universidad de las Islas Baleares le había nombrado doctor honoris causa por la UIB.

“Es un gran vacío en las letras, porque Carlos Fuentes es una de las grandes figuras del boom de la literatura de la década del 60”, dijo Andrés L. Mateo, Premio Nacional de Literatura 2004. Recordó que compatió con Fuentes en Casa de Las Américas (Cuba) y en la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo (2010), ocaciones en las que pudo ver a un ser humano “cargado de una gran sencillez a pesar de ser una figura que era recibida con honores de Estado en cada país”.

Un intelectual comprometido

Nacido en Panamá en 1928, la carrera como diplomático mexicano de su padre le llevó a vivir su infancia en diversas ciudades como Montevideo, Río de Janeiro, Washington, Santiago de Chile, Quito y Buenos Aires. Siendo adolescente se instaló en México, donde además de graduarse en leyes colaboró como periodista en una revista. En homenaje a su padre, en 1975 aceptó el cargo de embajador de México en Francia.

 Fuentes fue un intelectual comprometido, siempre crítico con los problemas de su país para afrontar la democracia, gran amigo del nobel colombiano Gabriel García Márquez, cultivó la amistad de políticos como Bill Clinton y Jacques Chirac, entre otros

Al momento de su muerte, el célebre escritor dijo al periódico digital de México Vanguardia  que se preparaba para publicar el libro Federico en su Balcón, y comenzaría a escribir El Baile del Centenario. “Me levanto por la mañana y a las siete y ocho estoy escribiendo. Ya tengo mis notas y ya empiezo. Así que entre mis libros, mi mujer, mis amigos y mis amores, ya tengo bastantes razones para seguir viviendo”, expresó recientemente.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas