Dos meses después de su muerte durante una protesta en la UASD, las autoridades aun no saben quién ni por qué mataron al coronel Julián Suárez Cordero.Este alto oficial de la Policía cayó mortalmente herido el 22 de abril de este año, en las inmediaciones de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Pero el caso se mantiene como una incógnita. La Policía ni el Ministerio Público han dicho nada nuevo al respecto, más allá de las informaciones que desde el principio maneja la opinión pública nacional.
Ayer, el vocero de la Policía, general Máximo Báez Aybar, dijo que el Ministerio Público ya tiene en su poder los resultados de la prueba balística realizada al proyectil que mató al coronel Julián Suárez Cordero.
Indicó que este elemento de prueba sería incorporado al proceso de investigación que aun continúa, para saber quién mató a Suárez Cordero.
El enigma de la muerte de este oficial era identificar el tipo de arma utilizada, pero las autoridades decían siempre que el departamento de Policía Científica todavía no había terminado las pruebas realizadas a la bala que segó la vida del comandante de la Policía en el sector Naco del Distrito Nacional.
Según las explicaciones de Báez Aybar, que además de vocero tiene vasta experiencia en investigaciones criminales, los resultados de esta prueba permitirán determinar el calibre del arma disparada directo a la cabeza de Suárez Cordero.
Su muerte se suma a otras sin resolver por la Policía y el Ministerio Público. Entre las muertes inconclusas figuran la del teniente coronel Pedro de la Cruz, el 28 de diciembre del 2012. La Policía apresó y sometió a dos hombres, pero nunca se supo por qué lo mataron.
Queda también pendiente saber por qué mataron al segundo teniente Daniel Orlando Peña. Este joven oficial fue asesinado a tiros el 9 de mayo del pasado año, en el sector Naco.
El 16 de febrero del 2011, el cadáver de dos abogados amigos y socios aparecieron en los kilómetros 11 y 13 de la autopista Duarte. Fausto Morel Matos, de 42 años, y René Antonio Vegazo, de 41, murieron en circunstancias no esclarecidas. En sus cuerpos no se encontraron signos de violencia.
El caso del capitán López nunca más se mencionó
Un caso más reciente fue la muerte del capitán de la Fuerza Aérea, Ramón Bolívar López Mateo, de 43 años, el pasado 12 de enero. No se ha dicho cuál fue la causa de su muerte. Era gerente de Proyectos y Contratos de la Empresa Distribuidora de Electricidad del Sur (Edesur). Trascendió que había descubierto un fraude vinculado a su área de responsabilidad en esa empresa.
