En una sociedad en la que el machismo todavía prevalece, y en donde ser mujer, por diversas circunstancias, resulta más difícil que ser hombre, el género femenino se ha ido imponiendo por sus propios méritos en prácticamente todas las áreas productivas y sociales de la República Dominicana.
Las mujeres son poco más de la mitad de la población y representan el 50.6% del padrón electoral. En forma adicional, son mayoría en los centros educativos, tanto en universidades como en la educación básica, así como en muchas de las empresas que operan en el país.
Pero la superación de las mujeres también se destaca en el ámbito político, un sector donde los hombres siempre han tenido el control y la rama femenina se ha ido destacando tanto por su dedicación y laboriosidad como por su honestidad, pues es menos probable que una dama se involucre en actos de corrupción con la frecuencia que lo hacen los hombres.
Sin embargo, todavía existe discriminación sobre las mujeres, especialmente en el pago de salarios, donde los hombres devengan en promedio sueldos más altos por realizar las mismas labores. Las mujeres también sufren el acoso de superiores masculinos y tienen costos de subsistencia más elevados.
En la actividad laboral, por ejemplo, la mujer debe velar por lucir atractiva, con el pelo arreglado, vestida de manera adecuada y manteniendo niveles mínimos de delicadeza que no se le exige a los hombres en los centros de trabajo.
Muchas veces las mujeres que trabajan deben preparar desde la noche anterior los alimentos de la familia, arreglar a los niños para llevarlos a la escuela y definir los quehaceres del hogar antes de salir a sus labores. A su regreso, la mujer también debe ocuparse de sus necesidades y las de la familia.
En esta semana en que se conmemora en 8 de marzo el Día Internacional de la Mujer, es preciso reconocer su importancia y aportes en forma permanente y no en un día en específico.
