Mujer padece cirrosis hepática solicita ayuda con urgencia

Higüey. – Matilde Marrero, es una mujer persistente y valiente, cualidades que la hacen admirable.  De escasos recursos, padece cirrosis hepática, enfermedad que afecta los tejidos en el hígado por la acumulación del líquido…

Higüey. – Matilde Marrero, es una mujer persistente y valiente, cualidades que la hacen admirable.  De escasos recursos, padece cirrosis hepática, enfermedad que afecta los tejidos en el hígado por la acumulación del líquido que expide el órgano depositando en su vientre, desechos que deben ser drenados pero son retenidos en el área abdominal.

Es la misma mujer que no puede ingerir frutas ni vegetales, menos beber agua.

La señora Marrero, desde tempranas horas de la mañana se posa en el semáforo de la avenida La Altagracia, tratando de colectar para sobrevivir. Cada semana, asiste al Hospital Dr. Antonio Musa de San Pedro de Macorís (MUSA); donde recibe la atención médica por el referido quebranto que padece desde hace dos años, el cual le demanda a la humilde más de 50 mil pesos mensuales para la cobertura de los servicios médicos y tratamiento, sin incluir transporte y dieta.

Yamilka, como la conocen en su comunidad del Cruce de Jovina, con tan solo 41 años de edad debe aplicarse todas las semanas albúmina humana de 50 miligramos, cada uno al costo de 3,207 pesos y requiere cuatro frascos semanales para un total de 16 aplicaciones al mes, acompañada de otros medicamentos que complementan el proceso en el general.

Marrero vive en situación de precariedades y hacinamiento. Confesó a elCaribe que su esposo repasa solares o chapea y realiza labores agrícolas que no compensan los gastos propios de la crónica enfermedad. “Dormimos incómodos. Yo en una camita y mi compañero en un colchón pequeño en el suelo”, deploró con ojos aguados y voz trémula.

A raíz de la crisis de salud de Matilde, tuvieron que vender y empeñar sus enseres del hogar para cubrir gastos iniciales del padecimiento.

Agradece la ayuda solidaria de la comunidad.

“Los vecinos y gente buena me regalaron dos mecedoras, una estufa con dos hornillas y mesa usadas. Nos cobijaron un techo de tablas y algunas planchas de zinc porque nosotros vivimos en pedacito de monte”, reveló.

La fe en Dios de ésta higüeyana la convierte en una mujer valiosa y especial, que no se rinde ante las adversidades y pide ayuda solidaria a través de los distintos medios de comunicación altagracianos.

“Pido a Dios que me dé fuerzas para seguir porque el doctor Cruz Jiminián me desahució hace un tiempo y dice que mi caso no se puede operar. Al gobierno y todo el que pueda que me ayude, a los políticos”, solicitó. Los interesados, favor llamar al 829-358-2187. 

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