Murió Frank, ¡qué gran pena!

Frank Acosta ha muerto. Ha fallecido un gran hombre. Habrá miles de motivos para recordarlo, pero su entereza moral y su vocación de servicio ocuparán lugares cimeros. Durante la lucha política en los tiempos de las utopías, nunca coincidimos…

Frank Acosta ha muerto. Ha fallecido un gran hombre. Habrá miles de motivos para recordarlo, pero su entereza moral y su vocación de servicio ocuparán lugares cimeros. Durante la lucha política en los tiempos de las utopías, nunca coincidimos en las filas de las mismas organizaciones revolucionarias, pero siempre hubo una gran distinción y respeto entre nosotros. Un respeto ganado en base al trabajo y a los principios. Frank fue motivo de orgullo para todos en su rol de corresponsal que vivió los tiempos de la represión política en los 12 años de Joaquín Balaguer. Una patrulla del Ejército Nacional lo obligó, fusil en mano a tragarse una libreta de apuntes, convirtiéndolo en un referente histórico, pues nunca cejó ni a la persecución política ni al chantaje. Junto a su labor de reportero impartía clases en el Instituto Comercial Tamayo y cuando decidió pasar al Partido Revolucionario Dominicano lo hizo por la puerta grande. Llegó y se quedó para convertirse en el líder indiscutible de esa organización política. En varias ocasiones fue síndico municipal y creo que fue la única persona en la historia municipal a la que sus propios adversarios políticos, yo seguía militando en organizaciones de izquierda, le organizamos un acto de reconocimiento público por su incuestionable labor frente al cabildo.

Después Frank trascendió los límites del municipio y ganó una diputación por la provincia Bahoruco. Y no fue senador de ese territorio por las triquiñuelas de los líderes políticos de su propio partido que le arrebataron su candidatura. Después debieron juramentarlo como gobernador provincial. Quisieron impedir su juramentación, los mis adversarios internos de su organización, pero no pudieron y Frank, tras su mandato de cuatro años (2000-2004) en el puesto salió valorado como el “mejor gobernador en la historia de la provincia”. Frank se ha marchado, pero nos ha dejado como orgullo su ejemplo. A sus familiares, a su esposa a su madre, a sus hermanos y en especial a Mami, su hermana, que es también como mi hermana, un abrazo de consolación, a sabiendas de que no será suficiente, pues la partida de Frank siempre será un trago amargo, difícil de superar. ¡Paz a sus restos!

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas