Música para una buena causa

La noche del lunes resultó inspiradora cuando el telón dio paso al espectáculo de la Jazz Orchestra de Moscú en el Teatro Nacional a beneficio de los niños y niñas con parálisis cerebral.

La noche del lunes resultó inspiradora cuando el telón dio paso al espectáculo de la Jazz Orchestra de Moscú en el Teatro Nacional a beneficio de los niños y niñas con parálisis cerebral.La nostalgia acogió al inmenso público con la presentación de algunas de las madres de los niños y niñas acogidos por la Fundación Nidos para Ángeles, que dirige la reconocida bailarina de ballet Mónika Despradel, quien se ha mantenido luchando de forma ininterrumpida junto a su equipo de trabajo con el objetivo de que los infantes con parálisis cerebral potencialicen las habilidades que puedan tener con el apoyo de sus familiares y todo aquel que confíe en la causa.

Pero las emociones no pararon ahí, pues como bien se resaltara en las palabras introductorias del brochure de la presentación, no podía faltar “un mensaje de felicidad” transmitido mediante imágenes de niños y niñas que forman parte del programa de la fundación con un tema musical interpretado por un “artista de esos que entregan el corazón a lo que hacen”: José Antonio Rodríguez, actual ministro de Cultura.

El esperado concierto inicia en un “crescendo” que fue dando paso a la integración de cada grupo de instrumento, entre ellos: los saxofones (Igor Butman, Dmitry Mospan, Konstantin Safyanov, Ilya Morozov y Alexander Dovgopoly), los trombones (Nokolay Shevnin, Oleg Borodin y Pavel Ovchinnikov) y las trompetas ( Alexander Berenson, Pavel Zhulin, Denis Popov y Alexander Sakharov), siempre guiados por el piano (Nokolay Levinovsky), el bajo (Vitaly Solomonov) y la batería.(Eduard Zizak).

Y, como es característica de la música Jazz, a medida que avanzaban las interpretaciones de las piezas era perceptible la incomparable cualidad rítmica del swing, mientras la asimetría guiaba a la improvisación ensayada que permitía reflejar la personalidad de los representantes de cada instrumento o de cada grupo de ellos.

Entonces, aparece ella: Fantine (vocalista), con un estilo muy caribeño dando otro toque a la noche y a la dominicanización en algunos momentos del espectáculo al interpretar piezas como “Si un día la ves”, popularizada por Sergio Vargas. En el repertorio se incluyó además un bolero compuesto por José Antonio Rodríguez y otro muy conocido por el público: “Bésame mucho”, de la compositora mexicana Consuelo Velázquez.

No cabe duda de que el conjunto hizo posible que resultara una noche fantástica entre una pieza y otra, resaltando además la participación del saxofonista invitado el dominicano Sandy Gabriel, quien con su “vibrato” causó impresiones entre el público.

Felicitamos esta iniciativa de la Fundación Nido para Ángeles, conscientes de que si Fantine incorpora dos o tres boleros dominicanos, podrá enriquecer su repertorio al tiempo de constituir un aporte desde la contemporaneidad a sus raíces.

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