Ante la cantidad de quejas y denuncias por la contaminación sónica, nueve instituciones del Gobierno y la sociedad civil conformaron el proyecto “Santiago sin ruido”.El lanzamiento formal del programa, que busca en un período de tres años disminuir y eliminar los ruidos, estuvo encabezado por el procurador de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Jacinto Mejía, quien indicó que el proyecto estará encaminado a resolver el problema de los ruidos provocados por vehículos de motor, bocinas, altoparlantes, colmadones, guaguas anunciadoras, así como también la música alta en los hogares, bares y restaurantes.
El proyecto será iniciado formalmente a partir del día primero de noviembre.
Responsabilidad compartida
Entre las instituciones responsables de la implementación del plan están los ministerios de Medio Ambiente, Educación e Interior y Policía. También la alcaldía de Santiago, la Policía Nacional, la Autoridad Metropolitana de Transporte, la Sociedad Ecológica de Santiago, el Servicio Nacional de Protección Ambiental, el Consejo para el Desarrollo Estratégico de Santiago, el Arzobispado de Santiago.
Mejía advierte que los problemas sonors han generado efectos negativos sobre la salud física y mental de los ciudadanos.
“Con estas acciones, que comprenden una parte operativa y preventiva y otra persecutora, lo que buscamos como autoridad es dar respuestas efectivas y definitivas a corto, mediano y largo plazo a las constantes quejas de la población”, apuntó.
Mientras el coronel Félix Fortuna Luna, director del programa Barrio Seguro, dijo ejecutarán un amplio programa de educación y propaganda.
En Santiago hay una alta contaminación sónica
Según Mejía, del total de casos por violación a las normas ambientales, el 70 por ciento son por ruidos. Añade que cada mes se presentan entre 30 y 40 quejas por delitos sónicos. En algunos puntos de la ciudad los niveles de ruidos son tan altos que superan los decibeles permitidos por las normas. En lo que va de año se han incautado miles de bocinas durante operativos.
