Nueva York. La acusada de haber matado a dos hermanos de 2 y 6 años y que luego de autoinfligió heridas, tan pronto estuvo consciente se quejó sobre su situación laboral.”Me pagan para que cuide a los niños, no para limpiar y hacer las tareas del hogar”, dijo al despertar el domingo pasado en el hospital Presbiteriano de Nueva York la supuesta asesina, Yoselín Ortega, según fuentes de la Policía citadas por el diario New York Post.
Los padres de los pequeños fallecidos, Marina y Kevin Krim, habían acordado que Ortega trabajara cinco horas extras pagadas a la semana para ayudar en las tareas del hogar, pero “ella no estaba contenta con esto”, según las fuentes citadas por ese rotativo, que aseguraron que había “fricción entre ella y la familia”.
“Le dijeron que si no mejoraba su trabajo iba a tener que irse”, añaden esas fuentes, que detallan que los avisos se produjeron durante el mes previo al suceso, ocurrido el pasado 25 de octubre, cuando Ortega fue encontrada con una herida autoinfligida en la garganta junto a los cuerpos apuñalados de los dos niños. Al despertar del coma, la mujer preguntó por su familia, aunque no por los dos niños a los que supuestamente asesinó. Fue sedada antes de que pudiera ser interrogada por los agentes, añade el rotativo.
