La segunda vía de acceso al vertedero de Duquesa es la carretera Los Casabes, la cual atraviesa la comunidad de este mismo nombre. Su estado es crítico. Nunca ha sido reparada y presenta charcos peligrosos para cualquier vehículo.
La carretera principal que va hacia el vertedero, de 1.9 kilómetros, presenta un avanzado estado de deterioro y, recientemente, el atasco de un camión recolector empeoró la situación.
Munícipes de la comunidad Los Casabes se quejan del desgaste de la vía y de la falta de atención de las autoridades. Se sienten indignados por las tantas promesas que han recibido del sector político y de las autoridades municipales, tanto que en días pasados encendieron troncos y neumáticos en protesta. También se quejan del paso por la vía de camiones cargados de basura. Ayer, Cristina Méndez no escondió su enojo y aseguró que si los camiones cruzan nuevamente por la carretera serían atacados a pedradas.
“Si arreglan primero a Duquesa, vamos a quemar los camiones. A nosotros nos tienen que atender primero”, dijo la mujer.
Los camioneros han acatado la amenaza de los munícipes de la zona, y, para evitar ser agredidos, siguen transitando por la carrera principal, pese a la difícil situación de ésta.
Los Casabes también da acceso al Cementerio Municipal, al que pocos carros pueden llegar.
Emergencia. El pasado jueves, la Mancomunidad del Gran Santo Domingo declaró en estado de emergencia el vertido de desperdicios en el vertedero de Duquesa, debido al estado de la carretera, que empeoró con las lluvias de los últimos días.
El presidente de la entidad, Roberto Salcedo, pidió una reunión de urgencia con el presidente de la República, Leonel Fernández, para tratar el tema. La Mancomunidad, que agrupa al Distrito Nacional y a los municipios de Santo Domingo, advirtió recientemente que la recogida de basura se vería afectada.
Empeora la situación en vía vieja
La carretera de Duquesa permanece en estado crítico. Ayer se produjo una larga fila de camiones que entraban y salían del vertedero. Los vehículos debían esperar para ser ayudados por una pala mecánica para cruzar un charco de lodo donde muchos se atascaban. Mientras, Max Da Silva, gerente de Operaciones del vertedero, dirigía el paso de cada vehículo.
