Joan Guzmán, tras 15 años en el boxeo, trilla nuevos caminos. Y exhibe una nueva fuerza en sus puños.Esos nuevos caminos, si los trilla en base a positivas perspectivas, lo volverán a llevar a la cima del boxeo mundial. Su combate del pasado viernes montado en la Florida y en el que destrozó al puertorriqueño Jesús Pabón, podríamos tomarlo como termómetro para analizar el futuro inmediato del ex doble campeón del mundo.
Estuve pendiente de la pelea Guzmán-Pabón que transmitió la prestigiosa cadena ESPN en su espacio Viernes de Combates.
En el programa Momentos del Boxeo, que comparto con los colegas José Oscar Fernández y Yoel Adames Franco, que se transmite cada sábado por CDN (canal 37), advertí que Joan tenía la “necesidad” de ganar.
Vaticiné que el carismático pugilista criollo iba a ganar, sin mayores inconvenientes, la pelea. Y ganó el combate como querían sus admiradores: En forma contundente.
Mandó a la lona a Pabón en cuatro ocasiones. En los asaltos 1, 3, 4 y 8 el boricua fue a la lona… ¡en el octavo fue fulminado con una relampagueante combinación que tuvo como puño principal un poderoso gancho de izquierda.
Un anestesiante gancho que “aterrizó” en la mandíbula de Pabón quien recibió la cuenta definitiva de los diez segundos decretando el nocaut flat.
Tres nocauts corridos
Desde el 2004, cuando Joan masacró en siete rounds a su compatriota Agapito Sánchez (EPD), no había ganado un combate por nocaut. Por lo menos hasta que el pasado 18 de noviembre cuando despachó en un round al colombiano Castellano.
También noqueó a otro rival desconocido, pero esa victoria fue anulada y ahora su nocaut ante Pabón.
Claro, esos tres nocauts al hilo los ha logrado frente a rivales vulnerables, sin etiqueta de estelaridad. Sin embargo, esas victorias demuestran que Joan Guzmán, después de sus serios problemas de peso, vive una nueva etapa.
Una etapa que lo podría llevar, más temprano que tarde, a contender por el cetro welter junior… ¡y volver a ser monarca del mundo!