La jefatura de la Policía anunció un “Plan de Acción” para reducir la criminalidad y elevar la percepción de seguridad ciudadana, con el incremento de patrullaje mixto para fortalecer la convivencia pacífica, elevar la imagen y confianza de la sociedad en el sistema de seguridad. Al mismo tiempo, dispuso cambios internos. Removió los jefes de no menos de 30 departamentos. Una reestructuración de los mandos, desde el relacionador público hasta el jefe de “servicios especiales”.
De modo que la Policía está en manos de un nuevo equipo, al menos entre los jefes. Aunque obviamente sigue siendo la misma policía, la cual tendrá que encarar los problemas de seguridad ciudadana. Misión que no hará sola, sino con los demás organismos responsables de la política contra el crimen.
El mayor general Nelson Peguero Paredes no sólo necesita del conocimiento de su trabajo, que lo tiene, lo mismo que la mejor colaboración de su equipo. Requerirá de entendimiento, de inteligencia para abordar su difícil misión. Y mucha suerte.
El plan anunciado es pura contingencia. Parece dirigido a atenuar la criminalidad. Celebró que en dos días de gestión nada grave había ocurrido. No terminaban sus palabras cuando desde el Sur se reportó que un grupo de hombres con armas largas asaltaron una estación gasolinera y cargaron con una importante suma de dinero.
Hemos sostenido que la lucha contra la criminalidad requiere una visión estratégica que comprenda que un porcentaje de la violencia está asociada a factores materiales de la vida de muchas personas. El otro es obra de bandas nacionales o internacionales con una capacidad operativa poderosa, con enclaves en los mismos organismos de seguridad.
Es uno de los graves problemas de estos tiempos. Combatirlos va más allá que incrementar el patrullaje, que está bien, pero precisa atacar los elementos menos visibles que taladran la sociedad.
Es una lucha en la cual los organismos de prevención y control se equipan, mejoran los instrumentos y la tecnología, aumentan los efectivos, pero que conlleva de un plan mayor que el Gobierno no termina de cohesionar.
