¿Nuevo Trump?

Siguiendo la concluida convención del Partido Republicano, resulta llamativo cómo ahora Donald Trump “es” el individuo solidario, amante y preocupado por la gente nunca antes mencionada. Al millonario neoyorkino no se le conocía más vocación de servicio que la puesta a favor de intereses particulares. ¡Mágico marketing político! Su riqueza hace reconocer a Trump una persona exitosa, comúnmente. Pero quien teniendo éxito económico no actúa comprometido con el servicio a los demás –su caso hasta ahora-, no es realmente exitoso, no trascenderá. La política genuina, despojada de ambición egoísta de poder, es excelsa oportunidad de contribuir, construir un legado positivo por la humanidad. Ojalá sea esa la sincera intención de Trump con su carrera por la presidencia de Estados Unidos.