Nunca resignarte

La necesidad de sobrevivir lleva a asirnos a empleos que nos resultan material o espiritualmente insatisfactorios. Trabajar en un mal empleo parece ser mejor opción que ninguno, pero un estudio de investigadores australianos mostró que el impacto…

La necesidad de sobrevivir lleva a asirnos a empleos que nos resultan material o espiritualmente insatisfactorios. Trabajar en un mal empleo parece ser mejor opción que ninguno, pero un estudio de investigadores australianos mostró que el impacto psicológico de un mal empleo es peor que el del desempleo. Es decir, pese a ser el medio que permita comer y pagar cuentas, un empleo que no nos hace feliz tiene efectos adversos para la salud mental, superiores a los de estar sin trabajo. Terminará derrumbándonos moralmente, llega a perturbar al punto de erosionar nuestra auto confianza y condicionarnos a pensar que debemos resignarnos a las circunstancias. Está en nosotros no permitirlo. Romper ideas paralizantes y decidirnos a ir tras distintos horizontes. 

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