Obama y Cuba

A unque creo remotas las posibilidades de que el presidente de Estados Unidos la lea, he decidido escribirle esta carta pública tras conocerse…

A unque creo remotas las posibilidades de que el presidente de Estados Unidos la lea, he decidido escribirle esta carta pública tras conocerse en la ONU, una vez más, el tema del bloque que mantiene esa nación contra Cuba.

Distinguido señor Obama:

Cuénteme como uno de sus admiradores. En la pasada campaña electoral de su país manifesté públicamente mis deseos de que usted gane la Presidencia de esa potente nación. Fue la segunda ocasión en la que prefería su triunfo antes que sus rivales, pues para mí, como para gran parte de América, usted era la mejor opción.

Su carisma, su discurso, su comprensión de los principales problemas que aquejan a las grandes masas del mundo, superan con creces las ideologías y compromisos de sus adversarios. Incluso la forma como usted se ha manejado frente a conflictos en nuestro continente, aunque no superan mis expectativas, se sitúa a millas de distancias de esos excandidatos conservadores que le disputaban la Presidencia. Pero hay un detalle que a mi entender usted no ha manejado de la mejor manera y que más bien pareciera estar influenciado por el pasado y la mentalidad de quienes usted ha derrotado en sendas elecciones.

Es el caso del bloqueo a Cuba. Quizás para el momento que se impuso esta medida sus auspiciadores, desde el punto de vista político, pudieran tener sus justificaciones y hasta es menos malo que una invasión militar, como ocurrió en nuestro país en el 1965. Pero mantener hasta la fecha ese castigo es una aberración.

Muchas personas que le admiran pensamos que esa situación debe variar. No porque sea un viejo anhelo de todos los cubanos, no porque 188 países de las Naciones Unidas lo soliciten, sino porque ese no es su estilo, ni son estas medidas, como mantener el embargo contra Cuba, las que le han dado ese nivel de popularidad en su nación, América y el mundo, sino porque usted es diferente a muchos de los presidentes que le han antecedido, incluidos algunos de su partido, que obviamente se resistieron a levantar ese bloqueo. Además, como usted sabrá, en algunos momentos de la historia, EE.UU. ha mantenido relaciones plenas con gobiernos que se han distanciado de los valores democráticos que trata de inculcar a otras naciones. Incluso con frecuencia se ha dicho que sectores interesados de esa nación han propiciado y aupado esos regímenes. Por favor, señor Presidente, escuche al mundo y levante ese bloqueo. Con saludos, Lito Santana.

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