Obreros haitianos temen los deporten

Los 112 haitianos que permanecieron apostados durante 36 días frente al Ministerio de Trabajo en demanda del pago de sus prestaciones siguen pasando penurias.

Los 112 haitianos que permanecieron apostados durante 36 días frente al Ministerio de Trabajo en demanda del pago de sus prestaciones siguen pasando penurias.Aunque ya no se encuentran a la intemperie, en el almacén, ubicado en el sector Piedra Blanca de Haina, donde fueron trasladados el pasado sábado luego de que un personal de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) les instara a firmar una documentación que resultó ser su deportación voluntaria, los extranjeros sostienen que fueron engañados.

Francisco Ojiluz, vocero de los haitianos, afirmó que el argumento usado por el personal de la OIM era que la firma del documento les garantizaba “un permiso para no ser molestados por la Dirección General de Migración”, lo que resultó ser falso.

En ese sentido, pidió al presidente Danilo Medina no permitir una posible repatriación, “ no quiero que Migración nos moleste y que se lleve a ninguno de nosotros, no somos delincuentes, somos trabajadores”.

Señaló que continuarán con el proceso judicial que llevan contra el propietario de la Coquera Kilómetro 12, en San Cristóbal, Ramón Emilio Alonso Luna, quien les adeuda las prestaciones correspondientes a doce años de labores en la referida empresa, de la cual fueron cancelados.

Piden ayuda

Mientras tanto, las mujeres, niños y hombres, sobreviven gracias a la caridad de los vecinos, que ayer les regalaron 30 libras de arroz. El hacinamiento es evidente ya que no tienen colchones donde dormir y sólo disponen de un baño para hacer sus necesidades.

Los haitianos están a la espera de la ayuda prometida por su embajada que el pasado sábado les prometió alimentación y seguridad, pero que ayer en la mañana no había llegado.

Denuncian amenazas de vecinos de la coquera

En otro orden, Francisco Ogiluz afirmó que han recibido llamadas de los vecinos que residen en el entorno a la coquera donde trabajaban en San Cristóbal para advertirles que no regresen al lugar. “Ellos nos amenazaron y dijeron que si uno de nosotros coge para allá que nos van a matar o que van a mandar a buscar a Migración para que nos lleven”, agregó.

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