San Juan, Puerto Rico. La llegada del lobo se hizo realidad al incurrir el Gobierno de Puerto Rico en un impago parcial de 367 millones de una deuda de 422 millones de dólares del Banco Gubernamental de Fomento (BGF).Mientras los puertorriqueños parecen indiferentes, con la excepción de las cerca de cuatro mil personas que se manifestaron en el Viejo San Juan el 1 de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, en contra del posible establecimiento del Congreso de Estados Unidos de una junta de control fiscal, el gobernador Alejandro García Padilla no ha podido todavía despejarse de su rostro de pesadumbre desde que anunció ese día por televisión la moratoria a la deuda pública de 70 mil millones de dólares ante la insolvencia que experimenta el país.
“Me tocó elegir y elegí defender los servicios de la gente y atender el tema de la crisis fiscal de una vez y por todas”, expresó este lunes el gobernador al exponer sus razones para no pagar a los acreedores porque, de lo contrario, no podría atender asuntos más urgentes como la seguridad pública, la educación o la salud de los puertorriqueños.
A esta realidad se suma que el próximo 1 de julio, Puerto Rico está abocado a incurrir en un impago mayor de casi 2,000 millones de dólares, ya que el mandatario anticipó su duda que para entonces se pueda contar con ese dinero, de los cuales 774 millones corresponden a Obligaciones Generales, que están garantizadas por la Constitución del Estado Libre Asociado (ELA).
De los 422 millones vencidos el domingo, pero que había que abonar este lunes, “pagamos 22 millones de dólares en intereses del préstamo y hubo 367 millones que no se pagaron”, precisó.
De los 400 millones de dólares restantes, 33 millones adeudados a las cooperativas puertorriqueñas se renegociaron al lograrse un acuerdo mediante una nueva transacción que evitó el impago.
Al final, 367 millones de dólares no se pagaron y, como consecuencia, habrá litigios, por lo que el Gobierno tiene que preocuparse de las consecuencias de esos litigios, donde no siempre los jueces actúan en virtud de la realidad que padece el país.
García Padilla, quien ofreció este lunes una rueda de prensa en La Fortaleza acompañado de su equipo económico, no oculta su frustración porque considera que el Congreso de Estados Unidos no ha respondido a Puerto Rico con la misma entrega que lo han hecho los puertorriqueños en sus guerras imperiales, particularmente en Corea, donde los integrantes del Regimiento 65 de Infantería, llamados “Borinqueneers”, rescató con heroicidad a un grupo de marines estadounidenses que había caído en una emboscada.
“No somos el primer país en una circunstancia como esta, nosotros hemos honrado ser ciudadanos de Estados Unidos con sangre (participando en sus guerras); no nos merecemos y nos insultan expresiones de congresistas que dicen que nos metimos solos de este lío”, afirmó García Padilla. El ministro de Justicia, César Miranda, expresó que se encontraban listos para atender cualquier caso judicial que surja como resultado del impago.
Padilla recuerda préstamos de antecesor
García Padilla aprovechó para recordar que la administración de su predecesor, Luis G. Fortuño, del anexionista Partido Nuevo Progresista (PNP), tomó prestado en cuatro años lo que ningún otro gobernante puertorriqueño tomó en 16 años, 12 años u ocho años, en referencia a Luis Muñoz Marín, Rafael Hernández Colón o Carlos Romero Barceló. Insistió en que su decisión de decretar una moratoria en el pago de la deuda se debió a que “me tocó elegir y elegí defender los servicios de la gente y atender el tema de la crisis fiscal de una vez y por todas”.
