El conflicto de intereses generado entre las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS) y el Seguro Nacional de Salud (Senasa) en relación con el traspaso de los servidores públicos a esta última debe ser observado con detenimiento.La trayectoria y categoría de esa agencia de riesgos por ser la única sin fines de lucro, tendría ante ese escenario y si se inclinase el resultado final de la litis a su favor, la oportunidad política de impulsar reformas favorables en los servicios públicos de salud en República Dominicana.
En vista de que para llevar a cabo el mejoramiento de los servicios públicos de salud hacen falta recursos, lo cual desde nuestro presupuesto nacional ha sido difícil de solventar, es tentadora esta oportunidad que se presenta ante esta coyuntura de poder inyectar recursos frescos a la red desde Senasa con el ingreso de unos 700 mil nuevos cotizantes.
Esta agencia estatal, con esos cuantiosos ingresos, podría ayudar y apalancar la red pública, integrándola con planes de salud para prestadores públicos y tal vez hacer posible que de alguna forma esto permee el régimen subsidiado y mejore la canasta de servicios en calidad y prestación para esa población.
Aunque ya existe una red de centros de salud que se administran exitosamente bajo el régimen de autogestión, haría falta cambiar el modelo de administración de los demás centros públicos de la red junto a la articulación efectiva entre los niveles de atención para que esta pueda ser eficiente y mejorar sus indicadores de calidad en la prestación.
Ojalá y este paso, si ocurre, sea una oportunidad que trascienda positivamente en mejora de prestación y la atención en salud para esa población.
