MINNEAPOLIS, Minnesota, EE.UU. (AP).- Aunque han pasado tantos años, el dominicano David Ortiz aún sigue atormentando a los Mellizos de Minnesota.
Ya sea que haya conectado un cuadrangular hasta las tribunas entre los jardines central y derecho, o bien salir corriendo por la línea de tercera para que el receptor Joe Maurer sintiera miedo, el toletero de los Medias Rojas de Boston dejó sus huellas dactilares por todos lados en la última victoria sobre su ex equipo.
Ortiz conectó el lunes cuatro imparables, produjo tres carreras e impulsó con un sencillo la anotación definitiva con dos outs en la novena entrada para guiar a los Medias Rojas de Boston a una victoria de 8-6 sobre los Mellizos de Minnesota.
«Me fui hace años», dijo Ortiz, insistiendo que no guarda rencores de que lo hayan dejado ir. «En este negocio, a veces uno está bien y otras que no. Una cosa puedo decir sobre la organización de los Mellizos y es que les agradezco por darme la oportunidad de venir a jugar a este nivel».
El dominicano bateó un cuadrangular de dos carreras en el sexto episodio y se quedó a un triple del ciclo.
Jarrod Saltalamacchia agregó un batazo de vuelta entera y dos carreras impulsadas para ayudar a los Medias Rojas a obtener su quinto triunfo en los últimos siete encuentros y ponerse un juego y medio arriba de los Yanquis de Nueva York en la cima de la División Este de la Liga Americana.
El venezolano Marco Scutaro conectó tres hits y Jonathan Papelbon consiguió su 25to salvamento.
Ortiz debutó con los Mellizos en 1997, pero las lesiones evitaron que desarrollara todo su potencial, por lo que los Mellizos lo dejaron ir después de 2002. No fue sino hasta que llegó a Boston en 2001 que explotó, convirtiéndose en el «Big Papi», uno de los más temidos bateadores en este juego.
Desde entonces les ha hecho pagar a los Mellizos. En 42 partidos en su carrera frente a ellos, Ortiz tiene .327 de bateo con 11 cuadrangulares y 31 carreras remolcadas.
