Los anuncios que hizo el presidente Danilo Medina en su discurso de toma de posesión, de asignar un mayor presupuesto para la educación, ampliar la asistencia social, mejorar la cobertura de salud y disponer de miles de millones de pesos para financiar la agropecuaria, las pequeñas y medianas empresas, así como otros sectores, tienen como base fundamental la captación de recursos para su ejecución.
En su discurso, el presidente Danilo Medina no se refirió a la situación económica que hereda, los niveles del déficit fiscal y la necesidad que tendrá de mucho más recursos para el 2013 y 2014, debido a que en esos dos años se vencen muchos de los compromisos externos que habrán de ser saldados.
Datos como el hecho de que en los primeros siete meses de este año las recaudaciones fiscales aumentaron 17%, pero los gastos del Gobierno para el mismo período se dispararon en un 53%, son una muestra de por qué a mitad de año el déficit acumulado rondaba los RD$78,000 millones, muy por encima de lo estimado.
Ante esa situación, se hace urgente concertar un pacto fiscal con las fuerzas económicas y sociales del país, a los fines de establecer mecanismos de garantía de ingresos suficientes para enfrentar los grandes compromisos pendientes y emprender los necesarios proyectos de desarrollo y asistencia.
El presidente Medina no aprovechó los casi tres meses del período de transición para buscar consenso con los sectores productivos, que es de donde deben salir más ingresos fiscales, pero sí anunció que en los próximos días estará convocando para iniciar el necesario diálogo tendente a concertar una reforma fiscal, que a su vez deberá estar también sustentada en una política seria de austeridad y reducción del gasto público. De ese pacto fiscal dependerá en gran medida el éxito o fracaso de la presente gestión gubernamental. Es hora de transparentar los números y decidir qué se va a hacer y con qué, para mejorar la situación del país.
