El Papa en Estados Unidos

Este ha sido el viaje más político de los realizados hasta ahora por el Papa. Primero por su mediación en el conflicto del Estado colombiano y las FARC, que parece avanzar hacia una solución a mediano plazo. Segundo, por su mediación entre Cuba&#8230

Este ha sido el viaje más político de los realizados hasta ahora por el Papa. Primero por su mediación en el conflicto del Estado colombiano y las FARC, que parece avanzar hacia una solución a mediano plazo. Segundo, por su mediación entre Cuba y Estados Unidos, buscando el “deshielo” total.

En Estados Unidos se enfrenta a una sociedad abierta y plural, donde la libertad de religión y de cultos es uno de los pilares de su constitución cívica e institucional.

En un gesto inédito fue recibido en el aeropuerto por el presidente Obama y el vicepresidente Biden, junto a los familiares de estos.

Luego, mientras el papamóvil transitaba por Washington D.C, la niña Sophie Cruz, de origen mexicano, logró cruzar “la valla de seguridad que separaba al paso del vehículo …”, logrando llamar la atención del Papa, quien pidió a la seguridad que la acercara hasta él, a la cual besó y dio la bendición y de la cual recibió una camiseta y una carta en la cual le pedía que “interceda ante el Congreso y el presidente Barack Obama por los inmigrantes que, como sus padres, están en situación irregular en Estados Unidos”, convirtiendo el hecho en un empuje en favor de los inmigrantes.

Más adelante, se convirtió en el primer Pontífice en hablar ante el Congreso de Estados Unidos de América, con un discurso cargado de humanismo, de símbolos y de claras recomendaciones en procura del bien común.

Empezó presentándose como un inmigrante en un continente de inmigrantes, afirmando también que es “hijo de este gran continente, del que todos nosotros hemos recibido tanto y con el que tenemos una responsabilidad común”.

Para el Papa “la búsqueda constante y exigente del bien común, (…) es el principal desvelo de la política”, también que “La sociedad política perdura si se plantea, como vocación, satisfacer las necesidades comunes favoreciendo el crecimiento de todos sus miembros, especialmente de los que están en situación de mayor vulnerabilidad o riesgo”.

De igual forma tocó la responsabilidad de los legisladores de mantener la unidad de su pueblo al través de una “legislación justa”. Y previno contra el reduccionismo simplista “que divide la realidad en buenos y malos”.
Luego habló de solidaridad, amor, sentido común, trabajo y libertad. Y luego abordó los conflictos mundiales, provocados incluso “en el nombre de Dios y de la religión”. Aceptando que “ninguna religión es inmune a diversas formas de aberración individual o de extremismo ideológico”.

Sin dudas es interesante que un papa plantee el respeto a “las diferencias y las convicciones de conciencia”, y que “en estas tierras, las diversas comunidades religiosas han ofrecido una gran ayuda para construir y reforzar la sociedad”.

En su discurso abordó el tema de la dignidad, cuyo respeto es esencial en una sociedad democrática, y el tema del medio ambiente. Pidió por igual, acabar con las guerras y el tráfico de armas, atacar el problema de las desigualdades con “personas atrapadas en el ciclo de la pobreza (que) necesitan esperanza”.

Además que “si es verdad que la política debe servir a la persona humana, (…) no puede ser esclava de la economía y de las finanzas.

Para concluir con un llamado a defender la libertad (Abraham Lincoln); la posibilidad de «soñar» con plenitud de derechos (Martin Luther King); el empuje a luchar por la justicia y la causa de los oprimidos (Dorothy Day); promoviendo el diálogo y la apertura religiosa (Thomas Merton). Partes esenciales de la riqueza cultural norteamericana.

Muy bueno el discurso del pontífice. Como diría un amigo: el papa “se las trae”.

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