El papa Francisco aplicó nuevamente su filosofía del reciclaje y la reutilización al viajar por la capital de Paraguay en el mismo Peugeot blanco que San Juan Pablo II utilizó durante su visita de 1988.
El vocero del Vaticano, reverendo Federico Lombardi, bromeó: «Parece que aún funciona».
Los paraguayos vitorearon el sábado al pontífice fuera del hospital pediátrico Acosta Nu cuando la inusual caravana de Francisco se acercó para el primer acto del día.
Francisco lleva mucho tiempo insistiendo en viajar en autos compactos en lugar de limusinas lujosas o papamóviles blindados, como parte de su estilo sencillo y su insistencia en que los sacerdotes no son príncipes sino sirvientes.
El papa usa un Ford Focus para moverse en el Vaticano y se dio a querer en Corea del Sur cuando paseó por la ciudad en un Kia.
