Para bien o mal, decisión

“Si uno no toma las decisiones que tiene que tomar, entonces la crisis se eterniza. Y si uno se queda paralizado, eso sí que es un tremendo problema”, dice el autor argentino Jorge Bucay. Indudablemente peor que una mala decisión es ninguna.  Muchos problemas graves del país se arrastran a causa de la vacilación de gobernantes.  Ante dificultades, la respuesta debe ser la decisión que conduzca a la acción. De fallar, al menos habrá lecciones que aprender; de nada hacer, nada conseguiremos. Al momento lo compruebo fehacientemente. Palpo los positivos resultados de una decisión que me resultó difícil. Hasta que la tomé, intranquilidad y angustias me atacaban. Ahora me digo “debí hacerlo mucho antes”.