Bien sabido es que la sinrazón, por carecer de argumentos válidos y creíbles, recurre a la intriga anónima y apócrifa, en evidente admisión de irresponsabilidad y cobardía. La reflexión viene a cuento ante los reportes de que la fábrica de pasquines y libelos está trabajando a todo vapor, poniendo a Radio Bemba en operaciones, en diversas frecuencias, procurando eco a versiones interesadas que, como en toda indagatoria seria, hay que comenzar a buscar a quien(es) beneficia(n) para encontrar a los difamadores. ¿Oook…?
Jackie Chan
En el ejercicio de la política, los líderes y/o dirigentes ganan adeptos y seguidores para su causa por la oferta ideológica y/o programática que presentan, las promesas que formulan, los compromisos que asumen y/o el carisma que le imprime fortaleza a sus posiciones. Cuando el oficiante de la política llena esos requisitos en campaña y después de la victoria, finalidad de toda causa u organización política, reniega de ellos o simplemente no cumple a los suyos, vienen las presiones, los desengaños y las deserciones. La primera organización que proclamó como su candidato presidencial para las pasadas elecciones a Danilo Medina fue La Estructura, aliado del PLD en el denominado Bloque Progresista. Después vinieron en cadena las demás proclamas, y el resto, hasta la cita en las urnas, es historia conocida. Andrés Van Der Horst, el líder y presidente de ese partido, chiquito pero aportante para el triunfo, es orgulloso genético y parece que no ha clamado esta vez por su cuota, como otros aliados, y hasta ahora está como Patán, el perro aquel que jadeaba y jadeaba en los cambios de Color Visión al que siempre refiero para graficar la espera que desespera. Los suyos, muchos o pocos, parece que no entienden ni asimilan su orgullo para no reclamar y ahí surgen las presiones, generando quejas porque Andrés, al no tener respuestas, está como el actor Jackie Chan, que en las películas pasa la mayor parte del tiempo corriendo. ¡Hummm…!