Patéticas cifras a 4 años del terremoto de Haití

A las 4:53 pm, hora local de Puerto Príncipe (Potoprens en Creol), del 12 de enero del 2010,  se desataron los demonios de la naturaleza a unos 10 km de profundidad y a unos 15 kilómetros al suroeste de la capital haitiana, dando lugar al más…

A las 4:53 pm, hora local de Puerto Príncipe (Potoprens en Creol), del 12 de enero del 2010,  se desataron los demonios de la naturaleza a unos 10 km de profundidad y a unos 15 kilómetros al suroeste de la capital haitiana, dando lugar al más devastador terremoto en la Hispaniola y en todo el Caribe, provocando una cantidad indeterminada de muertos, en cifras que pudieran exceder los 300,000 fallecidos.

Con magnitud estimada de 7.1  a 7.3 en la Escala de Richter, según el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) 3 millones de damnificados, más de 150,000 heridos completan el patético cuadro estadístico de la nación más pobre de América, con expectativa de vida de 48 años para los hombre y 51 años para las mujeres, acorde con organismos internacionales, situándole como el país 149 de 182, según el Índice de Desarrollo Humano.

Nación con 80% de sus pobladores por debajo de la línea de pobreza y un 54% en condiciones de pobreza extrema, cuya economía registra que las remesas representan un 40% del PIB, al sufrir una manifestación natural de características apocalípticas, comprometió su presente y futuro, anclándolo a la escasa “solidaridad” humanitaria internacional.

Contrastan las ayudas “virtuales” ofrecidas, con el real aporte de la República Dominicana y sus pobladores que de manera colectiva y personal se solidarizaron, dando ayuda práctica y oportuna y donde los ciudadanos fueron generosos hasta el dolor. 

Baste el ejemplo de la OEA donde su presidente habla de que a 4 años “aún queda mucho por hacer” y se preocupe más por la situación política y elecciones municipales y del Senado, que de la situación crítica de los 146,464 personas que viven en condiciones de “extrema vulnerabilidad”, en 271 de los llamados campos de desplazados, con sus pésimas situaciones, que incluye que el 92% de ellos se inunda y el 88% no tiene tratamiento de desechos.

Declara que los esfuerzos han sido “inspiradores”, y añado yo, para la inacción y la ayuda real y efectiva para rehacer una nación que 4 años después muestra situaciones críticas en extremo. 

La situación de Haití es una vergüenza para la comunidad internacional toda y sus “ayudas”, cuando alguien denuncia que más del 90% de las donaciones ha retornado a los Estados Unidos, sin utilizar. Como ejemplo el Palacio Nacional que aún permanece en ruinas  y  los 42 edificios gubernamentales que fueron destruidos por el terremoto hace 4 años, que así persisten.

Este sismo se supone como consecuencia de la actividad geológica de una falla “transcurrente”, la llamada Falla de Enriquillo, que pasa al lado sur de la Isla, originándose en el lago del mismo nombre y termina en Jamaica.

Se cree que los terremotos del 18 de Octubre de 1751 y del 3 de Junio de 1770, que también destruyó a P. Príncipe,  se originaron allí. La Universidad de Purdue presenta la teoría de una tercera falla,  aun sin estudiar. l

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas