Desde que se anunció el espectáculo toda parecía que iba a tener éxito; y no decimos que no lo tuviera, porque así fue. Los dominicanos contaban los días en las redes sociales para que el 29 de noviembre a las 9:30 de la noche llegara. Pavel Núñez prometía una vez más para su público el gran concierto «Big Band Núnez», un esplendoroso show que cuatro años atrás marcó pautas en su carrera, que ha sido transmitido para la cadena internacional HBO, y que para este año cerraría con broche de oro un 2011 que fue glorioso para Pavel.
Como se había dicho anteriormente cuando se anunció su concierto: «Hablar de Pavel Núñez, es llover sobre mojado. Sus composiciones se han incrustado en el corazón, la memoria y el gusto de millones de dominicanos, por eso sus presentaciones y éxitos son respaldados por el público que le sigue».
Con todo y escenario, Pavel Núñez en conjunto con su banda parecía emular un artista de la época de los años 30 y 40. Un perchero repleto de los sombreros que lo caracterizan era lo primero que se divisaba en el escenario al entrar al teatro, y al abrirse las cortinas, el lugar se convirtió, más que en un concierto, en dos horas de intimidad entre el público y el «Big Band», quienes con sus trajes blancos, instrumentos, luces, música y simpatía, hicieron una combinación perfecta con los asistentes.
Así lo contaba Pavel en una de las grandes anécdotas que compartió con su público: «Un señor se me acercó en el supermercado y me dijo «Pavel tu eres un pote de músico”, porque con mis canciones él se ponía melancólico y compraba un pote de ron». Y es que además de haber detrás de sus canciones un poco de alcohol y melancolía, hay mucho sentimiento en cada una de las letras que solo él sabe entonar, y sobretodo transmitir. Los que conocen la trayectoria del cantante saben que siempre busca complacer y complacerse a sí mismo. No podía dejar pasar esta oportunidad sin “emocionar” en su máxima expresión el escenario. Pavel es de por sí un artista completo, un «showman» que con su presencia en la tarima encanta a todo el que asiste a sus shows. Y es que como dicen por ahí: «Los perfumes más buenos, vienen en potes pequeños».
Con “Mil primaveras» dio inicio a una noche llena de nostalgia, en donde se honró a la mujer, se repudió la violencia de género y se pidió un minuto de silencio por aquellas personas que ya no tienen voz para reclamar por su vida. Esa noche el intérprete fue también portavoz del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en contra de la violencia de género que está azotando el país. Entre todos sus éxitos los más aplaudidos y entonados por el público fueron «Te di», «Canción de cuna para mi abuela», «Oscuro izquierdo de mi pecho», «Dime si lo ves» y «Viene Gente», entregando lo mejor de su repertorio con fusiones de ritmos que fueron desde el jazz hasta el pop.
Pavel Núñez se quitó el sombrero ante su público, y les agradeció eternamente por darles apoyo durante tanto tiempo y sobre todo tuvo una conversación personal con todos y cada uno de los integrantes de esa noche. “No necesito traer éxitos de afuera y triunfar en el exterior para que me acepten aquí en mi tierra”, fue una de las tantas frases con las que Pavel se consagró en su noche.
El escenario sirvió además como una pasarela de estrellas, pues como de costumbre, el cantautor llamó a compartir con él otros colegas que hicieron más rico y conmovedor el show. Además de Héctor Aníbal, también subieron a cantar la ex Miss Universo y ahora Cantante Denise Quiñones – quien hizo que las mujeres se identificaran con sus palabras- y Víctor Víctor, quien acompañó a Pavel con los instrumentos.
Este talento dominicano sí es la excepción que rompió la regla. No es cierto que nadie es profeta en su tierra, porque Pavel si lo es, lo demostró una vez más, piensa seguir siendólo, y su público se lo confirmó asistiendo masivamente a su presentación. Y sin embargo, la internacionalización no es prioridad, pues entiende que: «me convierto en internacional en el momento en que todos los dominicanos meten mi disco en su maleta».
Detalles «en negrita»
Lo mejor… Como dicen los «viejos», fue un show «de punta en blanco». A los organizadores se le fueron muy pocos detalles en cuanto a sonido y montaje se refiere. La calidez del Teatro esa noche fue imborrable; y la simpatía que Pavel siempre lleva guardada y desata encima del escenario es lo que completa cada una de sus presentaciones. El público siempre se queda pidiendo más de él.
Misión cumplida… Cuando Pavel empezó el año, pedimos un nuevo escenario para él. Y anoche demostró que más que un cantante para las masas, es dueño del pueblo. ¡Bravo por él!
Que nunca abandone… Esa química con el público. Fue evidente que Pavel se conectó completamente con los presentes, algo que muchos artistas de mayor calibre nunca logran.
Síguelo… Pavel quedó contentísimo, y lo expresó a través de @PavelNunez en la red social Twitter: “Gracias a todos por el apoyo recibido una noche de sueños, sus comentarios son el resultado de lo vivido.» No le pierdas la pista y dale follow.
Algunos #fails a destacar…
Puntualidad. Teniendo en cuenta que el espectáculo fue un día de semana, y que manejar a altas horas de la noche puede ser un arma de doble filo, el espectáculo comenzó demasiado tarde. Si bien es cierto que se pautó para las 9:30 de la noche, (tarde aún) empezó todavía mas tarde de ahí.
Organización. En la platea, las mesas estaban tan pegadas que aquellos que se daban la espalda en los asientos no podían casi ni moverse, lo que significa que la próxima vez la organización de los espacios debe ser mejor.
Coordinación. Aunque Pavel se lo “tripió”, cuando se trabaja con una banda tan grande (más de 25 músicos en escena), el honrar el trabajo de cada uno de los integrantes debe ser tomado mas en serio, porque sin uno los demás se caen. Al mencionar la banda debió haber más coordinación.
