La paz en Haití

Haití es foco de atención por los incidentes que se están viviendo. En masivas concentraciones, opositores reclaman con algunos grados de violencia la renuncia del presidente Michel Martelly. Protestan por el alto costo de la vida y demandan la…

Haití es foco de atención por los incidentes que se están viviendo. En masivas concentraciones, opositores reclaman con algunos grados de violencia la renuncia del presidente Michel Martelly. Protestan por el alto costo de la vida y demandan la celebración de unas elecciones con más de un año de retraso, que servirían para renovar diez de los 30 cargos de senadores, y a las autoridades municipales.

La situación ha llevado a la jefa de la  Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah)  a expresar preocupación por la “inestabilidad política” a causa de  la violencia que atribuye a las manifestaciones.

Ya antes, el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, durante una conversación telefónica con el presidente Martelly, planteó la necesidad de celebrar esas elecciones, “sin más tardanza”. También  hablaron sobre la urgencia   de un diálogo con las partes implicadas para posibilitar esas elecciones en un clima de paz.

La semana pasada, el presidente de Uruguay, José Mujica, deploró la situación, y comentó que en Haití no hay avances significativos hacia la estabilidad, pese a más de nueve años de la presencia de la Minustah. Uruguay mantiene 400 soldados.

La jefa de la Minustah, Sandra Honoré, está persuadida de que “la mayor amenaza para la estabilización de Haití sería que no haya acuerdo político ni consenso sobre las elecciones y el funcionamiento continuo del Parlamento después de enero de 2014”.

Compartimos sinceramente la preocupación de la señora Honoré. Entendemos que si el alto costo de la vida es duro, peor es el desorden. Las elecciones, que debían celebrarse en diciembre, podrían postergarse, mediante negociaciones, para principios de 2014. No nos parece razonable pedir la renuncia del Presidente cuando el diálogo puede zanjar las diferencias.

Es del más alto interés dominicano lo que ocurra en esa Nación, con la cual estamos hermanados por múltiples lazos. Y por más que se diga, y hasta se riña, todo cuanto ocurra allá, repercute, y duele aquí.

Esperemos que los haitianos superen las diferencias, que haya elecciones y reine la paz.

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