El Colegio Médico Dominicano (CMD) y las 20 instituciones que conforman el Pacto Nacional de la Salud (PANASALUD), mostraron sensatez. Si observamos la tendencia que venían desarrollando con su programa de paros, podría decirse más: actuaron con inteligencia. Dejan atrás la confrontación.
El presidente Danilo Medina fue enfáticamente claro en que no es viable entablar un diálogo con la presión de paros intermitentes. Podía interpretarse como un signo de debilidad. El CMD y el resto de las organizaciones entendieron clarito el mensaje.
Y tenía razón el presidente Medina. No se puede empezar una “lucha”, aplicando medidas extremas. Lo elemental era que se agotara “el debido proceso” que siguen los movimientos reivindicativos. Presentar las demandas a la sociedad a través de los diferentes medios al alcance. Y plantear formalmente las demandas, con todos los detalles, ante “las autoridades correspondientes”.
Asimismo, hubiese sido prudente valorar la coyuntura en que se encuentra el país. El sistema nacional de salud no salía de un pico del dengue y daba la “bienvenida” al zika.
No está en discusión que los profesionales están todos mal pagados, y en el caso de los médicos, que quizás tienen a cuesta la carrera más larga, media vida para agotar el pénsum universitario (internado, pasantía, especialidad, y al fin, buscar un espacio en el mercado), el drama es peor.
Quizás el CMD y los aliados entendieron que están ante el mejor momento: El proceso electoral. Se puede presionar al gobierno con un presidente reeleccionista, pero esa circunstancia podría considerarse típicamente oportunista, y políticamente, el oportunismo es peligroso.
Lo fundamental es sin embargo que escucharon al Presidente de la República. Suspendieron el programa de paros. Abrieron un compás. Ya la ministra de Salud los recibirá el lunes.
El gobierno quizás les haga concesiones. Sería razonable, pero tiene la limitante de que ya el Presupuesto Nacional está en marcha. Unas mejorías pudieran ser prudentes con promesas de inclusión para el presupuesto de 2017, pero esta Administración termina el 16 de agosto.
Sentido común y cooperación de las partes pueden contribuir a encontrar un camino que devuelva la paz al sector salud.
