En Internet pueden hacerse todo tipo de negocios, vender todo tipo de bienes y servicios, pero como es una carretera que se presta para lo claro y para lo oscuro, hay que cuidarse de actividades de negocios fraudulentas. Hay gente tratando de tomar nuestro dinero por mecanismos aparentemente lícitos. Actúan como personas o entidades profesionales para impresionarnos. Si puede ser difícil descubrir estafadores reales y conocidos, peor pronóstico cuando se trata del mundo virtual. Tenemos ya la modalidad de los “prestamistas digitales” y Pro Consumidor ha comunicado la alerta con una plataforma de este tipo. Bajo la promesa de financiamientos “rápidos y fáciles”, pudiera encubrir prácticas usureras. Positiva medida.
Y nosotros seamos, en general, precavidos con estos y otros peligros virtuales.