Desde que fue nombrado dirigente del equipo dominicano que estará en el Clásico Mundial, Tony Peña no ha hecho más que escuchar anuncios de ausencias de jugadores de primer nivel.
Albert Pujols, José Bautista, Melky Cabrera y, el más reciente de ellos, Emilio Bonifacio, han retirado sus nombres de la planilla quisqueyana que terciará en el evento mundialista de marzo próximo. Pero más que desanimar al capataz criollo, la situación un tanto adversa se ha encargado de animarlo y darle el empuje y la motivación extra que siempre exige un gran reto.
Si creen que Peña está abrumado se equivocan.
“El monstruo está herido, pero no muerto”, exclama el actual coach de la banca de los Yankees de Nueva York.
“Esa energía va es estar ahí. Estoy súper seguro de que nuestros muchachos van a tapar la falta de los otros que no podrán jugar por diferentes razones, no necesariamente porque ellos no quieren”.
Peña se refirió a la coherencia que tanto él como el gerente general, Moisés Alou y su equipo, han mostrado en la conformación del combinado tricolor, pues siempre dijeron que si las grandes figuras fallaban iban a recurrir a jugadores que realmente estuviesen en forma para jugar de inmediato.
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De hecho, el ganador al premio de Dirigente del Año en la Liga Americana para 2003 se refirió a los casos de jugadores que fueron los últimos en ser incluido al roster de 28 jugadores del equipo dominicano, especial a Ricardo Nanita y al lanzador Ángel Castro.
“El caso de Nanita es un caso especial. Él viene dando palos desde que comenzó la pelota invernal”, dijo Peña sobre el jugador de los Toros del Este.
“Lamentablemente José Bautista no podrá ir, Melky Cabrera tampoco, así que tenemos que acudir a otros rincones”. “Lo de Nanita es meritorio y se merece estar, al igual que Ángel Castro, que está haciendo out desde que comenzó la temporada invernal”.
Tanto Nanita, de los Toros del Este, como Castro, de las Águilas Cibaeñas, representaron al país en la recién concluida Serie del Caribe con los Leones del Escogido.
Nanita incluso terminó como líder remolcador del clásico caribeño al traer siete vueltas para los Leones. Terminó con un promedio de .276 en seis partidos.
Cambio de filosofía
No contar con David Ortiz, Pujols y Bautista, probablemente los tres jugadores dominicanos de mayor poder en las Grandes Ligas, ha hecho que Peña cambie su filosofía de cómo dirigir al combinado tricolor. “No es un equipo de gran poderío como teníamos pensado, eso está claro”, apuntó. “Así que es un equipo al que hay que cambiarle el ritmo de juego y la manera de dirigir”, agregó.
Sin embargo, existe la posibilidad de que Pujols se una al conjunto en la segunda ronda, cuando, según sus propias palabras, le demuestre a los Angelinos de Anaheim que su rodilla operada está bien.
Peña, a su vez, se muestra cauto con esa situación y hace uso de una virtud que los años le han regalado: la paciencia. “Vamos a pensar en la primer ronda primero”, apuntó. “Vamos a gatear
primero”.
En la versión pasada, en 2009, el equipo dominicano ni siquiera avanzó de la primera ronda al caer dos veces ante
un rival evidentemente inferior como Holanda.
Es por eso que el actual coach de la banca de los Yankees de Nueva York no se jacta de que muchos consideran a la escuadra criolla como la favorita para llevarse la corona mundialista, que ésta ha sido propiedad de Japón en los dos eventos anteriores.
Peña prefiere esperar el curso de los acontecimientos y de lo único que está seguro es que cada miembro del conjunto que dirigirá lo dará todo en el terreno de juego, sin importar su estatus en el béisbol de las Grandes Ligas. “Es béisbol y no se puede predecir nada”, espetó el exreceptor. l
