El lago Enriquillo, cuya superficie era de 375 kilómetros cuadrados, ha duplicado su tamaño en los últimos ocho años, según estudios de organismos internacionales.Grupos organizados de las provincias Independencia y Bahoruco realizaron ayer una manifestación frente al Palacio Nacional para pedir al Gobierno que declare en estado de emergencia las zonas que han sido afectadas por el crecimiento desmedido de los lagos Enriquillo y Azuei, en Haití, cuya causa no ha podido ser establecida con precisión por las autoridades nacionales.
“Queremos que se declare en emergencia, pero que sea para actuar, no para que se quede en los periódicos”, expresó Julián Rosario, uno de los afectados.
Los comunitarios, procedentes de Boca de Cachón, Duvergé, El Limón, La Descubierta, Jimaní y otras comunidades, demandaron soluciones inmediatas y concretas a la situación que definieron como “catastrófica” y que ha sido producida por el aumento continuo de los niveles de agua de ambos lagos. La crecida de los lagos está provocando un colapso en las actividades agrícolas y ganaderas de miles de familias que ven sumergidas sus esperanzas conjuntamente con sus hogares y sembradíos.
“Cada día se suman más problemas, más se complica la situación y la espera ha sido larga, queremos propuestas concretas del tamaño de la situación. Ya no más reuniones, ni más comisiones de estudios, son más de cinco años con el problema”, dijo Adela Matos, miembro de la Coalición Enriquillo- Azuei.
Los manifestantes solicitaron al presidente Danilo Medina ser trasladados a asentamientos alejados de las inundaciones y la reubicación de los productores y del mercado binacional ubicado en Mal Paso, Jimaní, ya que es la principal fuente de ingresos de muchas familias.
“Queremos tierras para volver a sembrar y casas donde podamos dormir tranquilos”, pidió Alejandro Florián Recio.
La expansión de los lagos, principalmente del Enriquillo, ha destruido, además, vías de comunicación y viviendas, ha interrumpido las actividades comerciales entre Haití y la República Dominicana e impactado considerablemente la seguridad alimentaria y la salud de la gente de esas zonas.
“Estamos abandonados, huérfanos”, clamó Dewis Pérez.
El director de la Junta Municipal de Boca de Cachón, Fernando Cuevas, apuntó que cerca de 10 mil familias se encuentran en un estado de empobrecimiento continuo y que su calidad de vida merma al pasar los días, debido a la situación.
“La miseria nos está arropando y las aguas nos están atrapando, todo se está perdiendo, porque los dos lagos se están juntando y nos impide el paso para vender nuestros productos en el mercado binacional”, se quejó Ana Cira Ferrera, una de las afectadas, quien agregó que el abandono de las autoridades amenaza con la desaparición de muchas comunidades.
Una comisión del grupo de manifestantes fue recibida por la viceministra de la Presidencia, Zoraima Cuello, quien se comprometió a hacerle llegar al mandatario sus peticiones.
Según datos publicados por la NASA desde el año 2000 al 2011 el lago Enriquillo inundó 256 mil tareas aproximadamente.
