Un plan de recuperación

Durante las vacaciones le damos prioridad al descanso, optamos por comidas rápidas y sabrosas que suelen estar llenas de grasas y azúcares y solemos descuidar más los horarios de las comidas, así como la actividad física

Durante las vacaciones le damos prioridad al descanso, optamos por comidas rápidas y sabrosas que suelen estar llenas de grasas y azúcares y solemos descuidar más los horarios de las comidas, así como la actividad física.  
Además de los excesos gastronómicos cometidos y las horas tumbados al sol, es posible que en estos días hayas aumentado el consumo de alcohol y dulces, lo cual seguramente habrá hecho mella en tu figura. Pero eso no es todo.

Tras una prolongada exposición a los rayos del sol en los días de asueto que pasaron, la belleza y el buen aspecto de la piel se ven estropeados, y se evidencian en ella los estragos producidos por los rayos del sol, el calor, el cloro de las  piscinas y la sal del mar.

Todos estos agentes externos producen un  daño  que al acumularse, produce un envejecimiento cutáneo prematuro sobre todo si no se revierte a tiempo.

Igualmente los rayos ultravioleta alteran seriamente las propiedades elásticas del pelo y aceleran su decoloración.

Si a ello le sumamos los baños prolongados en el mar o en la piscina, tenemos todo un cóctel explosivo para que el cabello luzca sin vida.

Si durante las vacaciones te descuidaste un poco, es hora de retomar los hábitos saludables y ponerte en forma. Para lograrlo toma en cuenta estas recomendaciones.

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