Noción ortodoxa de prevención de la delincuencia juvenil: combatir la pobreza y marginalidad mediante políticas públicas focalizadas. Una investigación de la Universidad de Minessota, comentada por Nicholas Kristol en The New York Times, documenta el impacto del amor contra ese flagelo. Seguidos 257 niños de familias pobres durante cuatro décadas, se halló que aquellos criados en abundancia de besos y abrazos fueron jóvenes menos propensos a delinquir que los no amados de iguales condiciones. La fuente afectiva les forjó resiliencia, optimismo y coraje. En conclusión, la satisfacción de necesidades básicas no se avista suficiente para fomentar un mejor futuro para los jóvenes y nuestras sociedades. Amor durante la infancia es herramienta esencial.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas