Siempre se ha dicho que para generar ciertas acciones y alcanzar propósitos tiene que existir una voluntad que estimule el empeño hasta alcanzar los resultados. De acuerdo con las primeras palabras del nuevo jefe de la Policía, pareciera que estamos ante una determinación focalizada en ese fin, con el favor del momento político que viven los dominicanos. Y aparentemente ocurre por una clara comprensión del papel que tiene en sus manos.
El mayor general Manuel Castro Castillo sostiene que es necesario trabajar las esencias que determinan el comportamiento de los agentes policiales, es decir, los elementos constitutivos de la actitud, de la cultura predominante, y apuesta a un programa de formación.
Habla de esa manera por sus vivencias y en esa perspectiva sostiene que hasta ahora el crimen ha sido atacado desde un enfoque represivo, meramente reactivo. Y entiende que la Policía debe ser entrenada y equipada para que actúe preventivamente. Requiere al mismo tiempo acercarse a la comunidad. Los vecinos no pueden ver al policía como un enemigo, sino como un aliado, como parte de ellos mismos. Alcanzar la proximidad con la gente constituye uno de los ejes de la nueva gestión.
Asimismo, nos parece interesante la comprensión que tiene sobre la reforma de la Policía. No es sólo aprobar un nuevo estatuto legal, una nueva ley orgánica. Hay que trabajar desde las entrañas mismas de la institución para que haya un cambio en las personas. Que sepan que no van a la Policía a resolver sus problemas personales, sino a servir a la comunidad, también dentro de un sistema de protección y profesionalización de sus servicios.
Para eso, requiere el concurso del poder público, que apoye los diferentes programas, en materia de entrenamiento, equipamiento y reenfoque de la función del policía. Las demás instituciones con misiones comunes o cercanas igual deben colaborar con ese propósito.
Con su discurso y actitud, Castro Castillo requerirá la colaboración de sus compañeros, del gobierno y de la sociedad. Apostemos…
