Uno recién se había casado. Otro había sobrevivido varios períodos de servicio en Irak.
Las historias de los policías baleados por un francotirador en Dallas durante una protesta, a raíz de las muertes de afroestadounidenses a manos de policías, aparecieron el viernes, cuando se divulgaron sus nombres. Las autoridades dicen que cinco policías fueron asesinados y al menos otros siete resultaron heridos en el día más mortal para las autoridades del orden en Estados Unidos desde los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001.
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El agente Brent Thompson, de 43 años, había trabajado en los últimos siete años como policía de la agencia conocida en inglés como Dallas Area Rapid Transit.
El jefe del DART James Spiller dijo que Thompson se había casado con otra agente del DART en las últimas dos semanas.
«Brent fue un gran agente», dijo Spiller a MSNBC el viernes. «El sirvió admirablemente aquí en el DART».
Antes de trabajar en DART, Thompson laboró del 2004 al 2008 para DynCorp International, contratista militar estadounidense. De acuerdo con la página de LinkedIn de Thompson, trabajó como policía de enlace internacional, de mentor de policías iraquíes. El último puesto de Thompson fue como jefe de operaciones de la empresa en el sur de Irak, donde ayudó a entrenar equipos que cubrían la zona de Bagdad a la frontera sur con Kuwait. También trabajó en el norte de Irak y Afganistán, donde fue líder de equipo y mentor principal para el jefe policial de una provincia del sur.
«Estamos profundamente tristes por la pérdida trágica de uno de nuestros ex trabajadores. Nuestras oraciones y mejores deseos para su familia y amigos en este momento difícil», dijo Mary Lawrence, portavoz de DynCorp, con sede en McLean, Virginia.
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El policía de Dallas Patrick Zamarripa había sobrevivido tres períodos de servicio en Irak con la naval, dijo su padre Rick Zamarripa al Washington Post. Cuando dejó la Naval hace cinco años, comenzó a trabajar para el Departamento de Policía de Dallas y recientemente comenzó a trabajar patrullando el centro en bicicleta.
«El vino a Estados Unidos a proteger a la gente», dijo el padre del agente. «Y ellos lo matan».
El policía estaba casado y tenía una niña de dos años. Aparte de su devoción por ayudar a la gente, era hincha de los Rangers y Cowboys, dijo su padre.
Cuando el progenitor del agente escuchó sobre el tiroteo, envió un mensaje de texto a su hijo, tal como lo había hecho otras veces para asegurarse de que estaba bien. Esta vez, por primera vez, no recibió respuesta.
