Productores y vendedores de pollos se culpan mutuamente del aumento en el precio de esta carne. Todo esto ante la vista indiferente de las autoridades y entidades de protección al consumidor. Mientras, es la población quien continúa pagando las consecuencias.
Polleros consultados culpan a los productores de haber incrementado el costo del producto.
Mientras, los productores aseguran que los vendedores son quienes se están aprovechando por el alto consumo de la época navideña.
Pero, en lo que productores y vendedores se lanzan la bola unos a otros, la población es la que continúa comprando el pollo caro, como este 31 de diciembre cuando se adquiere para la tradicional cena de Año Nuevo.
Los productores aseguran que han incrementado la producción de pollo en más de un 20% y que es la cadena de comercialización del producto que ha distorsionado su precio.
