Por eso es que regresó Papá

La visión sesgada de la realidad, o intervenida, suele provocar monstruos, como el sueño de la razón. Así se desprende del artículo publicado, el domingo, 5 de febrero de 2012, en el diario español El País,

La visión sesgada de la realidad, o intervenida, suele provocar monstruos, como el sueño de la razón. Así se desprende del artículo publicado, el domingo, 5 de febrero de 2012, en el diario español El País, firmado por Moisés Naím. Texto, no solo carente de rigor, sino también ajeno a la sensibilidad necesaria y precisa para retratar un país que viene luchando por superar momentos de gran dificultad y que ahora camina hacia unas nuevas elecciones generales donde puede producirse el deseado cambio que precisa la población dominicana.

Desde lejos, desde fuera, no se puede experimentar con la crítica gratuita ni demonizar personas u opciones políticas como ejecuta el columnista, con palabras cargadas de perversidad y dirigidas a intoxicar la realidad desde un medio de comunicación, Sr. Naím por eso es que regresó “Papá”. No se puede ni se debe analizar de manera tan trivial a uno de los candidatos de una campaña electoral nacional, manejando un coctel de nombres, anécdotas y hasta afirmaciones extraídas del cultivo propio del firmante. Solo el desconocimiento, y la acción aparente de perseguir intereses concretos, pueden llevar a la puesta en escena de semejantes teatrillos.

El autor acusa directamente a Hipólito Mejía, candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano, de populismo y de machismo. Sin más. Sin más fundamento ni profundidades. A través del paseo breve por la realidad y la percepción de un columnista que fantasea con personajes como Putin o Berlusconi creando un laberinto de confusión y de mentiras. Aliñando la farsa con otros territorios bien distintos de la República Dominicana.

Debería el autor informarse sobre la verdadera situación política e institucional que vive el país desde que gobierna Leonel Fernández, de la auténtica realidad que sufren las mujeres y los hombres dominicanos bajo el predominio de las grandes luces del PLD que, curiosamente, han enfocado tan lejos y tan alto que han dejado en la más absoluta oscuridad la vida diaria de este pueblo.

Sobran los motivos y los ejemplos con los que Leonel Fernández y su ahora candidato Danilo Medina, así como la candidata a vicepresidenta y esposa del actual presidente, Margarita Cedeño, han ido sembrando el país de corrupción, inseguridad, pobreza y desigualdades. Son tantos años de evidencia y descontento de la sociedad dominicana que sorprende semejante artículo de desinformación.

Es indecente, inmoral, que este columnista ataque al candidato del PRD como machista cuando la imagen y acciones de la primera dama, candidata política ahora, es uno de los sellos más patriarcales de la bandera de Leonel Fernández.

A modo de ejemplo, basta comparar el presupuesto de la Oficina de la Primera Dama (algo desconocido hasta que ella llegó) con el del Ministerio de la Mujer. El primero supone más del doble del segundo.

El primero se utiliza fundamentalmente en pagar los costes administrativos de esa oficina y en “actos caritativos”, mientras el segundo impide a dicho Ministerio hacer políticas públicas para las mujeres dominicanas. De hecho, en todo el país solo existen dos casas de acogida para mujeres maltratadas cuando el índice de violencia de género es uno de los más altos de la región. Además de las graves sospechas de despilfarro y corrupción que han llenado de sombras la oficina que dirige Cedeño.

Precisamente, el populismo y el machismo que aplica a Hipólito Mejía el autor del artículo, han sido la práctica más abusada de los actuales gobernantes. Por desgracia, que la candidata sea una mujer no es un seguro contra la corrupción ni tampoco de que ésta desarrolle políticas de igualdad, políticas pensadas para mejorar la vida de las mujeres dominicanas.

Y si no, consulte las cifras sobre la violencia en las calles y en los hogares. Consulte el precio de los productos básicos de la cesta de la compra. Consulte los índices de desempleo femenino. Y no se puede, ni se debe, mirar hacia otro lado, salvo que busquemos la promoción encubierta, al amparo de los candidatos del PLD. Esta debe ser la clave.

Las mujeres dominicanas no están a su disposición, señor Naím, como parece desprenderse de su texto al menospreciar sin sentido al presidente Mejía. Y más, frente a la defensa de lo que es en este país para ellas un buen ejemplo del patriarcado que las asfixia, la invisibilizan y que ejerce con maestría el matrimonio Fernández-Cedeño. Dirigentes que no han practicado políticas de igualdad, de respeto, de promoción y empoderamiento de las mujeres. Dirigentes que han llevado a la mujer dominicana fuera de los espacios de poder.

No es admisible que lance tintas contra el presidente Mejía, comparando su trayectoria con Putin, Berlusconi, Hugo Chávez o Evo Morales, cuando su artículo es tal parodia y sainete. La caricatura que usted pretende dibujar es el espejo en el que se miran a diario su amigo, protector, “socio” y benefactor Leonel Fernández y Margarita Cedeño, grandes expertos en aplicar atropellos a la igualdad de oportunidades, a la igualdad entre mujeres y hombres.

Así de claro y de sencillo. El poder, abusado, y la gloria, tan ansiada, han sido los ingredientes que han conducido al túnel de la oscuridad a esta sociedad que merece el mejor de los futuros.

Mientras usted descalifica la única esperanza de cambio que tiene República Dominicana, refuerza la memoria a lectoras y lectores. Cuente como se quedaron bajo el mandato de Leonel Fernández los servicios de Educación, Sanidad, Seguridad Ciudadana, o el desarrollo agrario y rural en esta tierra de valientes y de personas trabajadoras. Cuente como se han disparado las cifras de corrupción, de violencia social y, sobre todo, de violencia de género.

Explique por qué resulta tan difícil vivir, sobrevivir, cada día para centenares de miles de familias dominicanas y sobre todo cuente usted a sus lectores “ilustrado opinador “cómo llegó usted, a partir de publicar en la revista Foreign Policy en junio del 2005 que la República Dominicana bajo la Presidencia del presidente Leonel  “ES UN PAÍS FALLIDO” a ser el más directo asesor de L. Fernández.

Hay respuestas señor Naím. Respuestas que nacen y mueren en los mismos despachos, bajo la firma de Fernández-Cedeño-Medina. Y no pretenda desviar la atención del pueblo dominicano ni los ojos internacionales que esperan la salida de la fuerte crisis en la que ha quedado atrapado este país.

Hipólito Mejía está abriendo las puertas a un nuevo tiempo donde las personas, las mujeres y los hombres dominicanos son los que realmente importan y por los que hay que luchar. Es el mejor patrimonio de esta tierra que ahora vive una campaña electoral donde Papá, por cierto, apelativo llegado de cerca, y desde dentro de las mismas entrañas del pueblo, va a compartir con la población dominicana este espacio de solidaridad, progreso, justicia e igualdad.

Deje de pensar por las mujeres dominicanas. Ellas saben por sí solas muy bien lo que merecen, necesitan y quieren,  y los derechos por los que luchan. Por qué quieren ver cada día el sol y la luna libres, por qué anhelan la igualdad que no tienen, y por qué persiguen el respeto que jamás los gobiernos patriarcales de su asesorado Leonel Fernández- Margarita Cedeño jamás les dieron.

Merecen las mismas oportunidades y los mismos sueños, la misma lucha e idéntico futuro que los hombres y esta garantía bien saben las mujeres dominicanas que solo la conseguirán con un gobierno de Hipólito Mejía y Luis Abinader.

Las conquistas de las mujeres dominicanas serán su mejor  tesoro, y no hay mejor tesoro que los hechos. Sólo el candidato Mejía ha sabido valorar este talento y todo el coraje de las mujeres de la nación de Duarte
 No nos vengan vendiendo una realidad distorsionada porque conocemos la verdad y sabemos de esta rutina que perjudica gravemente a los pueblos, pues no hay peor corrupción que la periodística que hurta la libertad de mujeres y hombres ante su sagrado derecho democrático a elegir libremente. La República Dominicana es un país de seres libres, no permitiré con el “cómplice silencio” que  sigan manipulando como se viene haciendo con nuestras vidas ( tengo un hijo dominicano).

 Por eso es que regresó Papá.  No queremos seguir deshojando la “margarita” de un incierto futuro. Nunca es triste la verdad, señor Naím, lo triste es que no tiene remedio.

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