Por explotar

Mis lectores han de recordar que divulgué hace poco informes sobre la puesta en oferta de venta de uno de los partiditos chiquito, chiquitito, chiquitititito, de los denominados emergentes, pues su propietario, presidente, líder máximo, caudillo,&#8230

Mis lectores han de recordar que divulgué hace poco informes sobre la puesta en oferta de venta de uno de los partiditos chiquito, chiquitito, chiquitititito, de los denominados emergentes, pues su propietario, presidente, líder máximo, caudillo, mentor e inspirador se sentía decepcionado del ejercicio político, que entiende no le ha dejado mucho ni garantías para vivir bien por el resto de sus días, y se prepara para dedicarse a otros asuntos que considera más productivos. Ocurre, según me cuentan ahora, que ante la puesta en el mercado de la oferta de venta surgieron por lo menos tres ofertantes, un público aspirante presidencial y dos dominican-york con ínfulas de políticos, que han venido de reuniones en reuniones, negociando el monto por el que han de cerrar la operación, “y con uno de ellos ya todo está a tiro de hit”. Mis informantes me aseguran que en las últimas semanas se ha arribado a un acuerdo no solo en el precio de venta, sino en cómo y a favor de quien(es) traspasarán algunos locales que el partidito dice tener y la forma de pago, una parte en euros a ser depositada en una nación centroeuropea, otra en dólares para ser depositada en un país centroamericano y otra en pesos dominicanos, obviamente que sería entregada aquí. El asunto no queda ahí, porque ha surgido un escollo: Desde el entorno familiar del “vendedor” ha surgido oposición al cierre del negocio, y ya casi concluido el proceso dizque está por explotar públicamente una situación que podría hacer que zozobre la transacción, en la que se han invertido tantas horas de bla, bla, bla, comelonas y tragos. Esperemos…

Se tragó el lucio

Un político-rifero hace esfuerzos para que no se sepa que lo tienen en los tribunales para que honre el pago de una suma respetable a un jugador de fuste que le pegó a tremendo palé en una de sus bancas. El banquero-político alega que lo quieren defraudar pero dicen que “él lo que quiere es tragarse el lucio”, que es como en el argot de los jugadores señalan a un rifero que se niega a pagar números premiados. ¡Hummm…!

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