Por sí odias la navidad o no quieres caer en el cliché

Escapadas. Para muchos, la Navidad es una época de “bonche”, unidad familiar, banquetes, regalos por…

Escapadas. Para muchos, la Navidad es una época de “bonche”, unidad familiar, banquetes, regalos por doquier y sobre todo mucha alegría, pero hay otros que con el solo hecho de sentir la brisita fría que grita que se aproxima la Nochebuena, se le “engrifan” los pelos, les da alergia, y quieren quedarse el día entero entre cuatro paredes. La consideran una temporada de puro comercialismo y en que personas encuentran una excusa para “tirarse a la calle”: un aguinaldo, un chocolate con jengibre, una “juntadera” con los amigos, una cena familiar, un angelito y hasta un viaje a la playa.  

Cuenta una historia que hace 53 años un hombre llamado Dr. Seuss creó un gruñón personaje de ficción llamado El Grinch, que decidió robarse la Navidad por el consumismo de artículos materiales que producía, dejando de lado su verdadero significado. Hoy es considerado un ícono de la temporada, de tal manera que algunos dicen ser los auténticos hombres de pelaje verde con ojos amarillos, y desde que escuchan un villancico, toman rumbo hacia un lugar como el Monte Crumpit –donde vivía el Grinch -, en donde no lleguen señales de fiestas navideñas.

¿Te consideras un grinch “aplatanaó”? ¿No sabes a donde escaparte en Navidad de canciones como “…traigo esta rumba para que te levantes”? Algunos bureístas recomiendan estos lugares. 

Pico Duarte:

Definitivamente un lugar digno de visitar. Los que no han ido a la elevación más importante del  Caribe – 3.098 metros sobre el nivel del mar- deben armar su mochila, su ropa de invierno, y prepararse para una experiencia inolvidable. Los que han bajado “vivitos y coleando” luego de “conocer” al Padre de la Patria, dicen que estar allí les cambia la vida. Si decides darte un viajecito en víspera de Año Nuevo o cualquier otro día de diciembre o enero, Duarte te estará esperando con una pierna de cerdo y quizás un chocolate con jengibre para el frío.

Valle del Tetero:

Si te “dite un suto” por la altura del pico, no tienes que llegar tan lejos, porque justo debajo está el Valle del Tetero. Allí podrás apreciar la rica temperatura, montarte en un burrito sabanero y dar un recorrido entre las montañas en que se desborda el Río Yaque del Norte. Si te gusta la fotografía, por su diversidad natural tendrás la oportunidad de hacer extraordinarios “shoots”, y te aseguramos, que si te quieres alejar de la Navidad, allí no habrá ni un bombillito que te atormente y tendrás tiempo para reflexionar las razones de porque eres un verdadero Grinch.

Bahía de Las Águilas:

Si te quieres ir más lejos, vive una aventura debajo del mar. Un lugar perfecto para tomar clases de buceo y conocer corales, estrellas de mar, praderas marinas, tortugas carey, lambíes y manatíes. Si prefieres estar bajo la luz de la luna entre kilométricas aguas azules y cristalinas, este es tu lugar, y en el que seguro no estarás solo, pues allí se anidan más de 130 especies de aves e iguanas rinoceronte. Y en una de esas primeras mañanas del año, si te quedan con un ojo abierto y uno cerrao, disfrutarás de uno de los amaneceres más hermosos que podrás ver alguna vez mientras tengas vida.  

Cueva Fun Fun:

Y si para ser un verdadero Grinch, solo te hacía falta la cueva. ¿Quién te dijo que en la isla no puedes encontrarla? Arma un grupo de verdaderos “amantes” de la Navidad, y embárcate en una excursión a través de Rancho Capote para celebrar la venida del 2011, en donde podrás disfrutar de su belleza natural en viajes a caballo, rafting y un verdadero turismo de aventura. Su nombre se debe al sonido que emiten los murciélagos que se encuentran dentro de esta, quienes seguro orquestarán la mejor víspera de año nuevo que jamás tendrás.

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